Permítaseme decir, del modo más tajante, soy un ser auténtico, rechazado por los diversos oportunismos
que pululan, en todos los procesos de cambio o de transformaciones
revolucionarias, mi escuela fue en el campo de la política, la solidaridad
social y la hermandad entre los pueblos, donde aprendí lo mejor que
pude a querer mi país, sólo por ese motivo tuve mis primeros
enemigos, y mis primeras frustraciones, detesto la injusticia en todas
sus formas , extraño al amigo verdadero, al amor sincero, me
destruye un ataque contra mi integridad moral para alimentar la envidia
de algunos, o el disfrute de las emociones más bajas del hombre,
considero que se debe actuar con transparencia y honestidad, decir la
verdad, no marear a la gente con demagogia. Yo no tengo esa piel de
cocodrilo de la que algunos se orgullecen, y se dice que hay que echar
a través del tiempo en la política, me motiva un sueño, una utopía,
una razón, un dolor, cuantas veces tome el camino de mis propias angustias,
y en medio de ese camino quizás hoy, no se cuando, reconozco
que yo, ya no soy el mismo, no me atrevo a ser el mismo de ayer, me
da miedo a confiar como un niño... a esperar más de lo demás, a sentir
el dolor eterno del poeta, a no reconocerme en mis sueños…a
no ser auténtico, a que un ataque de rabia me aleje físicamente
de ustedes para siempre, y no poder disfrutar juntos los
pequeños detalles de la vida. Me duele estar en el ostracismo inmisericorde,
creado por los cobardes, por los farsantes, me duele que las cosas cojan
el camino equivocado, me duele siempre la falta de humanidad, tengo
miedo a sufrir por culpa de la malicia, pero me arrecha un hombre de
rodillas, no tolero la cobardía de los cobardes, por ello me lleno
de fuerzas, pongo fin a una gran pesadilla, aunque sea a dentelladas
quiero sentirme humano, “Como es arriba… es abajo”… El cielo
y las estrellas no son un adorno… son una realidad. A veces como hombre,
con cabeza de garza, en el Egipto el Bennu se había creado a sí mismo
del fuego con que ardía un árbol sagrado, así mismo ardera dentro
de mi pecho el fuego sagrado , el de las tres primeras raíces y unas
nuevas, que junto al macabeo de las Américas llenaran mi espíritu,
para poder iluminar nuevamente mis ojos , es así como el Kybalion ,
la dialéctica pura de los pueblos, será nuevamente mi introducción
al marxismo, mi alegría por la vida, por la lucha, por los designios
de la providencia, así auténtico bolivariano y hermano me mantengo
para “Él que se convirtió en ser por si mismo”, “El que asciende”
y “Señor del júbilo.” Pueda algún día descansar en paz, con
las corrientes de los grandes ríos encontrados, en dos sentidos,
será que la historia se muerde la cola, adelante camaradas, que la
lucha continua, la moral en alto, la patria no sucumbirá entre palomas
y águilas, el temple de la espada bendice los momentos mágicos, palante
con el comandante.
(*) Ex-Embajador
langiolillo977@hotmail.com