Los oposicionistas están de fiesta. Su nueva esperanza se reunió ayer con Yorch Dobelviú, lo que equivale a una canonización en vida.

Hay quien habla de una nueva Irene, porque Irene Sáez Conde fue un experimento bastante exitoso de crear, de la nada como toda creación, una personalidad candidateable con aparente discurso y doctrina, donde sólo había melena y sonrisa.

Ante todo, mi desacuerdo frontal con las opiniones, respetables por quienes las emiten, que la Corina sea un remake de la Irene. Corina Machado no es ni va a ser candidata de nada.

Para eso está el, digamos que delicado, equipo de Primero Golpista, partido de Extrema Derecha a quien ya le toca justificar los abundantes billetes verdes recibidos del National Endowment for Democracy, nê el gobierno estadounidense, durante todos estos años. Por eso es que está en la calle la ceñuda y primorosa candidatura de Julito.

Corina surge del hito que el Amo Imperial se hastió. Se hastió de enterarse de golpes fracasados y promesas incumplidas. Se hastió de financiar a un ejército de batequebraos: los ledesmitas y los alvares paces ya no estarán y, de llegar a estar, será para hacer bulto.

$úmate será a Venezuela lo que Halliburton es a Irak. Proveedor de “contratistas privados” que hagan lo que la embajada no puede hacer sin comprometerse.

Muy ingeniosa la escogencia del Amo Imperial porque, a diferencia de los adecos blancos, verdes, naranja y rosados, esta sí es genuina integrante de la "casta amos del valle" y sabe lo mucho, lo demasiado que está arriesgando.

Ella, representando a su casta, sabe que tienen apostada sobre la mesa una sólida herencia de dominación omnímoda sobre vidas, haciendas, voluntades y libertades en Venezuela, que data de la Colonia. No ha sido por milagro que las colocaciones extranjeras de venezolanos ronden los cien mil millones de dólares.

Esto corrige la enorme asimetría dimensional de los intereses Coordinadora – Imperio, que hacía obvia su inoperancia. Mientras la CD no arriesgó más que las patéticas carreras partidistas y gremiales de sus fichitas más connotadas, el Imperio arriesgó -y perdió- varios sacos de billetes verdes.

A la postre, esos sacos no equivalen sino a algunos miles de barrilitos de petróleo, eso no importa. Lo que tiene arrecho al Amo Imperial es el inaceptable retraso, ya de años, en acceder al control absoluto de PDVSA, nê al petróleo venezolano.

Aunque hubiera podido depositarle discretamente la acostumbrada remesa, el Amo Imperial prefirió invitar a Corina Halliburton, con gran cobertura mediática, a retirar personalmente la maleta de billete y la cartilla de lineamientos.

Con esta reunión, el Amo quiso señalarle al mundo el Día “D”, el inicio de la ofensiva definitiva contra Venezuela. En los próximos meses, arreciará furiosamente lo que ya vivimos y algunas cosas más:

La campaña mediática de desinformación y confusión 7 x 24 x 365; disturbios generalizados por cualquier cosa; rumores permanentes de paro petrolero y del inminente desplome de la industria; denuncias destempladas de corrupción… sólo corrupción y nada más que corrupción en todo lo que haga el Gobierno Bolivariano; desabastecimiento y aumentos injustificados de precios; motines carcelarios; atascamiento de los programas sociales, becas, créditos, etc.; invasiones “bolivarianas” de propiedades; quien sabe si hasta bombas en sitios públicos; atentados a personalidades gubernamentales; sabotaje de instalaciones o servicios públicos;…

…en fin, todo cuanto sea necesario para profundizar la decepción y la división, todo lo que abone la sensación de anarquía, lo que justifique una intervención. La imaginación es el límite.

Mantendrán paralelamente y con mucha fuerza, la estructura político-partidista (Primero Golpista) que participará, sin escatimar afanes, en las próximas justas electorales, las que se logre hacer, sin que importe que las encuestas y el correspondiente resultado electoral les sea reiteradamente adverso.

Esta costosa estructura no tiene otro objeto que mantener disponible un equipo integrado y coherente a sus fines, que tome el poder y forme gobierno, rápida y eficazmente, una vez derrocado Chávez y no se repita la pachotada de abril 2002.

Veo lejanas y bien cuesta arriba las elecciones, especialmente las presidenciales del 2006. No nos llamemos a engaño, esta puja no es ni será democrática. Nunca más. No, después de este espaldarazo imperial a Corina Halliburton.

En ese terreno, saben que nada tienen que buscar. Ha sido probado al hartazgo que el embrujo mediático electoral, su único recurso a falta de trabajo de base, ya no cala en las clases populares que son las que suman votos.

¿Insistirán entonces en seguir la ruta democrática? No lo creo. La idea de minar el prestigio del gobierno y mantener un partido de alcance nacional no es para ganarle elecciones; es para desmotivar la movilización popular, una vez dado el zarpazo.

Con un nuevo gobierno que se forme en horas, rápido y bien, con precisión de cirujano, se puede deslegitimar la movilización popular (a esa altura, el seguidor chavista “duro”), permitiendo así aplicar la tradicional receta extremaderechista: Plomo con esos negros.

Tenemos que estar alerta, preparados y dispuestos a movilizarnos para lo que sea.

Pongo el acento en “lo que sea”, porque ellos sí lo están: Junto con la Machado seguramente están llegando los operarios, los sucesores de la tradición Posada Carriles.

La Extrema Derecha siempre ha tenido por doctrina que el fin justifica los medios, cualquier medio. Quien tenga dudas, sólo tiene que ver lo que pasó con Salvador Allende Gossens.

Vencer es tradición

Con humo no se asa jojotos.