Hay un revuelo en la casa. Un alarido recorrió las paredes de la sala y subió al segundo piso, se coló hasta el estudio donde me encuentro, y siguió subiendo rumbo al cielo, o sea, al límite.
Y ya se sabe todo. Mi suegra fue invitada a la Casa Blanca.
Después de un estudio profundo del suceso en pleno subdesarrollo, pude descubrir que mi suegra, antes de viajar a Marina de Camerota, había realizado una reunión con la Asociación de Suegras Antichavistas – ASA-, y el único tema del Congreso había sido: Como visitar a Bush y seguir con el intento de tumbar a Chávez.
Lo supe porque una de las suegras de la Asociación me lo dijo full de emoción y muerta de envidia:
- ¡Qué suerte tiene tu suegra, pedazo de chusma chavista!.- Así hablan todas las suegras de la Asociación.
Organizaron todo perfectamente para llegar hasta la Casa Blanca. Enviaron primero una emisaria para que hiciera lobby. Y luego esperaron, cuando tuvieron una respuesta positiva, llamaron a la Asociación, y entonces mi suegra- tramposa, como siempre-, dijo que se iba para Italia, y todos la despedimos, y yo hasta la cacerolié cuando se metió en el taxi que se la llevó, mientras le cantaba: “se va, se va, se va”.
Y acaba de llamar por teléfono diciendo que la llamó Condolezza. Y que dentro de poco estará sentada a la diestra de Bush. Y dice que políticamente tiene más efecto viajar desde Roma para pedir la caída del tirano-autócrata-dictador, que salir de Venezuela.
Me la ponen al teléfono y escucho cuando me dice:
- Qué te parece, mi resentido social, voy para la Casa Blanca, o sea, la Casa Internacional de Acción Democrática. Y voy legalmente, no como la María Corina, que hizo fraude para llegar allí, con decirte que los Sumateros no sabían que ella iba a estar allí. En cambio, nuestra Asociación ahora está llegando al poder, para tu cochina envidia. Y le voy a proponer al señor Bush que le quite la Visa a todos los chavistas que trabajan en el gobierno, para que veas cómo no aguantan un mes en el gobierno. Y tú...
Le pasé el teléfono a la hija, porque la verdad es que está hecha una fiesta. Ahora sólo estoy esperando la foto.
Robertomalaver@cantv.net