Magnicidio

En Maracaibo una mujer estaba movida, en la calle Natividad era la noticia. Que la lleven al central cuando rompa fuente, decían los vecinos a los familiares. Era 24 de junio de 1960, viernes de aromas como dicen en la caliente ciudad occidental, pero el esposo de Matilde estaba pendiente de su movida esposa y permanecía al lado de ella, era su primer vástago.

Como era de la reserva el señor Elio estaba pendiente además del desfile en honor a la Batalla de Carabobo y a la fuerza a la cual pertenecía, el Ejército. En esos tiempos y aún alardea de su servicio militar los días sábados y domingos y del desfile en el cual participó en Caracas en tiempos del gobierno de facto de Pérez Jiménez. Este gobernante huía ante la revolución en la calle, hizo maletas y voló desde la Carlota. Se tenía noticias que habitaba el exdictador en las tierras de Trujillo, el chivo de República Dominicana y hasta se decía que este par intentarían derrocar o eliminar a Rómulo. Eso no lo van a poder hacer, incrédulo le comentaba Elio a Matilde mientras esperaban que los dolores se acentuaran y fueran más frecuentes.

Cuando terminaba la mañana la noticia rimbombante: Betancourt había volado, un carro bomba explotó y despedazó el auto presidencial cuando se dirigía al sitio del desfile. Murieron algunas personas que iban acompañando al presidente. Él, trasladado a un hospital, sobrevivió y reapareció con las manos vendadas por quemaduras en esas partes del cuerpo y se dirigió a la nación con un rebuscado lenguaje al cual acostumbró a la gente. Matilde se asustó y prefirió que le buscaran a Lola, la partera de Santa Lucía controlada en el hospital Central, pariendo en su domicilio a un varón al cual le bautizaron luego con el nombre de su papá.

Cuarentaicinco años después Elio jubilado de PDVSA, sobrevive a Matilde, apoya al proceso bolivariano que lidera Hugo Chávez Frías y cree en la contraloría social al igual que su hijo mayor. Fue víctima de la oposición cuando usaron sus datos en Caracas para firmar contra el presidente, siendo que por su enfermedad actual no puede salir de su ciudad natal, Maracaibo.

Si con todas las maniobras que hicieron y siguen haciendo torpemente contra la revolución y contra el gobierno revolucionario, por qué no pensar que copien modelos anteriores, pueden intentar para el 24 de junio, 45 años después, el intento de magnicidio. El gobierno en todos los niveles debe estar infiltrado, más si el personal fijo de carrera administrativa son producto de la cuarta república, como pasó en PDVSA. Está de acuerdo el señor Elio (mi papá) que suspendan el desfile del 24 de junio.


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Elio Ríos Serrano.


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