Hace poco escuché por RNV las declaraciones del jefe de la encuestadora Hinterlaces en relación a cifras de proyección electoral para el venidero 7 de octubre. Es obvio cual es el objetivo de una empresa como la mencionada, son profesionales dedicados a la medición sensible de qué opinamos los venezolanos sobre las dos propuestas de gobierno, la de la ultraderecha lacaya y la del futuro socialismo bolivariano. Hasta ahí todo bien. Pero el señor vocero de esa encuestadora pasó luego enseguida a emitir opiniones personales sobre la realidad socio política del país para lo cual es libre de hacer como cualquiera de nosotros. La ignorancia es libre, no es un pecado, una afrenta o una intención malsana, no. De hecho no estamos obligados a saber de todo y ser especialistas en casi todo. Pero el vocero en cuestión habló de polarización política como algo pernicioso para nuestra sociedad y se equivoca pues hay dos partes del colectivo que estamos bien definidos: La mayoría apoyamos el ideario de izquierda revolucionaria y la minoría quiere un gobierno de derecha entreguista y neoliberal, por tanto. Antes de aparecer Chávez no había claridad ideológica en la gran masa de electores patrios y las elecciones era un macabro festín donde los adecos y copeyanos se burlaban del pueblo y traicionaban sus promesas electorales. Ahora Chávez estimuló el despertar de la conciencia social de millones de compatriotas que ya estamos claros en el camino a seguir para el bienestar de tod@s. También habló el señor de Hinterlaces de “negociar”, de “consenso” entre las dos posiciones ideológicas. Caballero, con la derecha lacaya y facista no puede haber negociación, con el enemigo de la patria no se negocia, se le combate con hechos e ideas, eso es todo, para así lograr que gente engañada o ingenua haga conciencia del proyecto bolivariano de bienestar social para tod@s. El citado señor habla de “mayor inclusión” por parte del gobierno. ¿Y le parece poco la inclusión de millones en Barrio Adentro, en la educación gratuita, en las miles de viviendas dignas entregadas y por entregar? ¿Le parece poco haber salvado a la clase media (la que trabaja para la gran burguesía) de las estafas inmobiliarias y de las cuotas balón que le aplicaban a los créditos de vehículos? ¿Le parece poco la inclusión de indígenas al desarrollo social? ¿Le parece poco la atención de campesinos olvidados por la derecha apátrida? Y sigue un largo etcétera. La ignorancia es libre pero es saludable investigar primero antes de disparar.
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