El esfuerzo realizado por el gobierno venezolano para la alfabetización de más de un millón de compatriotas, considerado como un éxito y como ejemplo para otros países del mundo, fue tildado de gasto superfluo por los analistas de la oposición por cierto, bien lastimosas fueron su peroratas-. Acusaron a Chávez de cualquier maldad: La Misión Robinsón fue mal planeada y resultó muy costosa; era una penetración del gobierno cubano; todos los promotores era espías y agitadores infiltrados. La realidad les dio con el tobo por la cabeza (de verdad verdad, les dio con otra cosa, pero en los cachetes). Al final, huyendo despavoridamente, repleto su saco de errores, y ajenos a la vergüenza, gritaron desde lejos: ¡Anjá, Chávez, la misión fue buena pero era populista, muy populista!
Cuando se realizó la Misión Identidad y millones de venezolanos tuvieron cédulas casi de inmediato, los pasaportes empezaron a regularizarse en la entrega y centenares de miles de extranjeros con antigüedad hasta de 50 años en Venezuela obtuvieron su nacionalidad, la misma oposición tozuda, absurda y cegata, vociferó: Las cédulas son falsas, su único propósito es inscribir gente para el referéndum; no son confiables; es un costo insoportable; es un medio para controlar la votación; es para darle cédula a los cubanos y a los guerrilleros colombianos. Nuevamente enfrentados con una realidad que los aplastó como cucarachas, sin mayores resultados, salieron huyendo del baygonazo chavista y en lontananza berrearon: ¡Anjá, Chávez, la misión fue buena pero era populista, muy populista!
Inaugurada la Misión Alimentación, con una población aprovisionándose de los 20 renglones más importantes de la dieta común (aceite, carne de res, carne de pollo, atún, pan, verduras, arroz, pasta, azúcar, café, etcétera) ésta pasó de 1 millón de clientes a 3 millones, luego a 5 millones, y finalmente se pretende alcanzar la cifra de 15 millones. Pero las mismas cotorras plañideras opositoras y sumamente astigmáticas rebuznaron: Chávez está botando los reales, Mercal es un robo; esa vaina es otro Corpomercadeo, la gerencia es de baja calidad; los productos son de segunda. La misma terca verdad los ridiculizó sin mayor dificultad. Los indicadores nutricionales de la población han ido en aumento, hasta la misma clase media -en forma subrepticia, furtiva y muy pero muy apenada, manda a sus empleadas domésticas a comprar en Mercal “... como si fuera para ellas...” -. Desde el exilio de la pena y desde el monte de la amenaza bufa escupieron la misma cháchara. ¡Anjá, Chávez, todo el mundo puede comer mejor y más barato, pero eso es puro populismo.
Es populista, muy populista!
Lo mismo ocurrió desde el mero inicio de la Misión Barrio Adentro, que sigue de alguna manera los mejores ejemplos de la medicina familiar europea con más de 200 años de experiencia, que toma de Cuba su organización social y la participación del pueblo en el sistema de salud, con unos 20.000 médicos y odontólogos cubanos y venezolanos (uno por cada 1.250 personas, cifra nada despreciable), y sabiendo que son totalmente gratuitas. Misión que sigue con Barrio Adentro II y más de 600 clínicas intermedias con los más avanzados equipos, pero la sempiterna torva de declamadores de la lástima y la envidia regresaron con lo suyo. ¡Esa vaina es puro populismo! ¡La Misión es buena pero populista, muy populista! Total que cualquier bolívar gastado en salud, educación, alimentación o en promoción popular es populismo y por ende es negativo. Si así es la vaina, pues tenemos que confesar todos los venezolanos lo acertado del título de este artículo CHAVEZTULOQUERESPOPULISTA.
Y diría el susodicho ¿Y QUÉ?!QUESLOTUYO, PENDEJO!
¡Anjá, Chávez, la misión fue buena pero era populista, muy populista! ¡Anjá, Chávez, la misión fue buena pero...