Factor Subjetivo y Dialéctica de la Revolución

"No puede haber revolución sin el hombre"



Las sesiones del mes de junio de nuestro Círculo Bolivariano de Estudios en Chiguará han girado en torno a las debilidades y signos de deterioro interno de la Revolución Bolivariana en el plano institucional y organizacional, y en torno al fenómeno de cómo se sigue manteniendo intacto el viejo sistema capitalista, cuartarepublicanista y oligárquico, que pone en peligro y entredicho a este experimento audáz y hermoso. Varios integrantes de nuestro círulo de estudios con experiencia y participación propia en cooperativas, misiones, procesos electorales y con profundo conocimiento de las instituciones del Estado (viejas y nuevas), han dado su testimonio acerca de los mil y un obstáculos que a menudos se les coloca en el camino sobre todo a quienes realmente toman la revolución en seria y reclaman serenidad y seriedad a sus compatriotas, colegas, compañeros del partido y del trabajo. El testimonio de una amiga auténticamente revolucionaria, que ha renunciado a su trabajo en uno de los ministerios del gobierno por considerar, que algunas autoridades ahí están desconociendo lo esencial del actual proceso de transformación que vive Venezuela, es decir, precisamente el factor humano, consciente y con compromiso revolucionario para ayudar a materializar el proyecto humanista y socialista liderizado por el presidente Chávez, ciertamente ha impulsado nuestra discusión sobre el significado del factor subjetivo en la revolución, y el engranaje entre las condiciones objetivas y el factor subjetivo – engranaje, que constituye la Dialéctica interna de la Revolución.



Retomando entonces nuestro acostumbrado debate teórico y considerando, que para nosotros, la teoría no sólo es un instrumental conceptual que nos instruye en nuestras investigaciones, sino al mismo tiempo puente e instrucción para nuestro actuar o nuestra práxis (de la cual, a la vez, se retroalimenta la teoría), hemos hecho un inventario de las debilidades reales y realidades débiles de la Revolución Bolivariana. Hemos coincidido, en que el discutir y analizar la Revolución Bolivariana, sus realidades, posibilidades, tendencias (visibles) y latencias (invisibles), es un empeño espinozo, que debería ser guiado por la fría agudeza de la razón, más que por el impulso caliente del corazón – tentación, por supuesto, siempre presente en cada debate vivo y dinámico.



Primero y antes de poder aclarar la interrogante, qué entendemos bajo el „factor subjetivo“ de un proceso revolucionario, nos hemos visto obligados a elucidar brevemente aquella concepción de la historia que tiene que acompañar este concepto, ya que ambos son directamente relacionados. En este sentido hemos constatado, que la concepción común y corriente de la historia que prevalece en nuestras latitudes y según la cual „Dios“ es el gran actor de la misma, por cuanto que todo lo que pasa bajo el sol corresponde a su „voluntad“ (lo que queda expresado, entre otras actitudes, en la infinitésimamente repetida expresión „si Dios lo quiere“), es estricta y esencialmente incompatible con la noción científica de una verdadera revolución social, en el marco de la cual el ser humano actúa conscientemente hacia la total y completa transformación del orden social establecido, inclusive sus tradiciones y – precisamente – creencias obsoletas. Consecuentemente, un „factor subjetivo“ (el ser humano consciente) sujeto a la „voluntad de Dios“ no es, en realidad, ningun factor subjetivo, histórico. De manera que la concepción de la historia, que lógicamente tiene que subyacer a los conceptos de „revolución social“ y „factor subjetivo“, es aquella que asume, que la historia es producto no de un ser supremo, sino de la interactuación entre sociedad y naturaleza, con sus respectivas formas históricas de organización, producción y reproducción social, y que constituye como tal un proceso dinámico, abierto, no pre-determinado, diagnosticable no sólo hacia el pasado sino también hacia el futuro, y sobre todo moldeable y transformable por la acción consciente del ser humano, específicamente del ser humano con conciencia de clase.



Después de estas reflexiones hemos constatado lo siguiente en relación al concepto del factor subjetivo, y su determinación en el contexto del proceso revolucionario bolivariano de Venezuela:



1. Entendiendo por „factor subjetivo“ la convergencia entre una radical consciencia crítica y su correspondiente acción revolucionaria como se presenta en el verdadero sujeto revolucionario, no cabe duda que en los últimos seis años hemos visto emerger aquí en Venezuela los contornos de un factor subjetivo-revolucionario, como „respuesta“ al anterior (y en parte todavía existente) orden social explotador, opresor, discriminador y alienador Venezolano.



2. Estos contornos del factor subjetivo Venezolano se han perfilado y manifestado a raíz de la miseria, rabia e insatisfacción objetiva de la mayoría de la población, es decir, en franca y directa negación del viejo sistema político y económico de la Cuarta República, negación que contiene, al mismo tiempo, el germen o „borrador“ de un necesario nuevo orden social justo e igualitario. Sin embargo, hemos visto y somos testigos de cómo la realización de este contenido potencialmente revolucionario todavía no se ha podido materializar, por una serie de razones objetivas y subjetivas.



3. Entre las razones objetivas figuran en primer lugar la ausencia de una visión, estrategia y táctica de lucha de clase de la Revolución Bolivariana, y en segundo lugar su „toma institucional del poder“ y las limitaciones originarias de la asamblea nacional constituyente, esto es, la plena permanencia dentro del juego y orden burocrático-institucional de la democracia burguesa. Esto le ha impuesto a las fuerzas del cambio un estrecho marco de acción, que es esencialmente el de la mera reforma social, sin tocar las relaciones de producción capitalistas existentes y muy a pesar de algunas formas de organización política y económica no dominantes, que se salen del marco democrático-burgués. Directamente relacionado a estas limitantes figura otra de las razones objetivas, que es el descrédito mundial público y notorio de cualquier alternativa socialista a partir del colapso de la Ex Unión Soviética, que sin duda dificulta enormemente su tan necesaria reivindicación en terminos de un nuevo humanismo socialista y socialismo humanista, con inclusión de la dimensión naturalista, donde se le concedan a la naturaleza sus propios derechos inalienables, para que ceda aquel atropello eterno que, de seguir así, terminará extinguíendola.



4. Entre las razones subjetivas que han impedido la materialización del contenido potencialmente revolucionario del experimento Venezolano, aparte de la „carga religiosa“, figura el enorme peso de los usos y costumbres de la „cultura política“ Venezolana, con su asimilación de los anti-valores institucionalizados e interiorizados durante décadas, como lo son la mentira sistemática, la corruptibilidad total de la persona, la mercantilización del individuo, el egoismo consumista, la competencia inhumana, el oportunismo descarado, el cortoplazismo ciego, etc. etc. De ahí el planteamiento de algunos, de que „la revolución sea cultural o reproducirá la dominación“, como lo expone Carlos Lanz al correctamente proponer y urgir un „cambio de mentalidad en nuestro proceso“.



Finalmente hemos coincidido, que en la dialéctica de la revolución, que consiste en la relación fructífera, mutuamente estimulante entre condiciones objetivas y el factor subjetivo, es absolutamente indispensable el fomento y la consolidación de este último, en función de provocar, develar y romper la perversa „normalidad“ psicológica y de conducta arriba denotada, que se siente cómoda en medio de la más aberrante alienación, y que le teme a su propia liberación. No basta con que las condiciones objetivas apunten hacia la posibilidad y necesidad de una verdadera revolución social. Sin factor subjetivo, sin hombre, sin mujer, sin el ser humano consciente, no hay revolución.



Hemos acordado profundizar, en las sesiones venideras, el estudio sobre las complejas relaciones existentes entre las condiciones objetivas que empujan hacia la conciencia revolucionaria, y esta misma conciencia revolucionaria (a menudos deficiente), que trata de acercarse y aproximarse a la realidad objetiva, para transformarla no sólo a nivel nacional sino internacional.


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Jutta Schmitt


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