Creo que no me equivoco al decir que quienes apoyamos a la Revolución sentimos una gran satisfacción al enterarnos del triunfo de la opción bolivariana en las recientes elecciones regionales.
Ese triunfo se da bajo una coyuntura política un tanto adversa para el bando revolucionario, puesto que la incertidumbre acerca de la continuidad del comandante Chávez al frente del proceso aún no está muy clara.
Al respecto aún existen rumores acerca de los planes que puedan materializarse para atajar la posibilidad de que el 10 de Enero del próximo año, el candidato electo no pueda juramentarse para un nuevo mandanto, así como los escenarios que puedan darse en caso de que su ausencia sea total o mientras se consolide la recuperación de la cual algunos voceros nos han asegurado está en pleno tránsito.
No obstante eso, cabe resaltar que el triunfo obtenido no es obra solo de algunos factores subjetivos medianamente explotados, ni mucho menos de la invocación a dios (con el perdón de quienes profesen alguna religión) en el cual buena parte del pueblo chavista se ha refugiado, anhelando que con estas oraciones puedan superarse los graves imponderables que parecen asomarse en el cercano horizonte.
El triunfo de este Domingo tampoco es un cheque en blanco para repetir las desastrosas gestiones que hubo en buena parte de las gestiones “revolucionarias” que cerraron su ciclo el día de ayer, ni mucho menos una manifestación de que “el liderazgo de Chávez da pa´ todo”, porque de haber sido así, también habríamos ganado la gobernación del estado Miranda (aunque ciertamente sigue siendo determinante, incluso en su ausencia, para el logro de buena parte de los objetivos políticos planteados).
Delante de este triunfo también se dibujan algunas incertidumbres: serán capaces estos candidatos de hacer una eficiente y honesta gestión al frente de cada una de las gobernaciones donde resultaron electos? Aquellos compañeros que resultaron reelectos, podrán deslastrarse de los errores que cometieron y asumir una actitud realmente revolucionaria y ratificar su compromiso no por la intensidad del rojo que colorea sus camisetas, sino con el empeño de hacer las cosas realmente bien y convertir la Propuesta para la Gestión de Gobierno 2013-2019 en hechos concretos a su nivel y en cada uno de sus estados? Cuántos de ellos habrán tenido que establecer algún contacto o incluso haber pactado con las oligarquías regionales para asegurar su triunfo y cuantos estarán dispuestos a servirse de esas “alianzas” no para lucrarse con dichos grupos sino a mantener una “paz social” en sus regiones y servirse de ellas para apuntalar la revolución? Creo que fue Lenin el que dijo que había que aprovechar las contradicciones del capitalismo para consolidar el socialismo, ya es hora de que dejemos de practicar a la inversa esta máxima del líder bolchevique y convirtamos en realidad la retórica en que a veces hemos convertido la acción revolucionaria.
Este triunfo consolida la posición de la opción bolivariana despues de 14 años de gobierno y ratifica la popularidad y aceptación que tiene el gobierno en el pueblo venezolano, pero además, obliga a todos los que ocupan posiciones de vanguardia a revisar y revisarse, a aplicar verdaderamente esa consigna de eficiencia o nada, a materializar esa promesa de “poder popular” que se oye muy bonito y prometedor pero se ha hecho tan poco para aplicar las leyes que lo materializan por completo.
Este triunfo ratifica que la opción de Chávez sigue siendo la única por mas que objetemos a algunas de sus desiciones, o a algunos de sus colaboradores; lo es también, porque los logros sociales obtenidos desde 1998 marcan la senda de redención social que el pueblo venezolano tanto anhelaba y porque para la oposición venezolana el único plan que tienen para el país es “chávez vete ya” y con su prontuario golpista, apátrida e irresponsable es imposible mirarla seriamente como una opción.
Pero este triunfo es tambien un enorme compromiso, no solo para quienes resultaron electos, sino, como lo señalábamos en un párrafo anterior, para los que volvieron a ser favorecidos por el mandato popular una vez más y seguirán conduciendo las riendas de algunos estados; casos emblemáticos el de las entidades de Bolívar y Apure por su alta conflictividad en los que respecta a las relaciones con los grupos obreros y las mejoras a la infraestructura y condiciones del campo respectivamente, fuera de los señalamientos por sectarismo y corrupción que les son endosados a los ganadores en estos y otros estados chavistas por algunos grupos tambien afectos a la revolución.
En fin, este triunfo abre las puertas a una nueva batalla: las elecciones municipales, tal vez no se les dé la importancia que deben tener los gobiernos que más cerca están de la gente, porque son los alcaldes los que están en contacto directo con los problemas de la comunidad, con la lucha cotidiana por cristalizar el poder popular y es con la movilización popular, con la concientización de nuestros simpatizantes que realmente podemos lograr una victoria contundente, sabemos que hasta ahora el partido de la revolución está rezagado en esta materia, pero es urgente comenzar esta tarea y no esperar que con súplicas y exhortaciones celestiales se nos haga lo que esta tarea única y exclusiva nuestra. Los milagros tal vez lo haga dios, pero las revoluciones las hacen los solo los pueblos.
juangomez44@hotmail.com
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