Lo que impulsa el dólar al alza no es la escasez de dólares. El año pasado ingresaron al país $88.130.000.000 por la venta de petróleo, más que suficiente para cubrir nuestras necesidades, sino la montaña de dólares que unos pocos venezolanos tienen depositados en bancos extranjeros, la bicoca de cuatrocientos mil millones de dólares ($400.000.000.000), monto 25% mayor que el Producto Interno Bruto 2012 de Venezuela ($320.000.000.000). Este gigantesco magneto, construido desde 1983 por un poderoso grupo de venezolanos sanctos y non sanctos, puja día y noche por el alza del dólar, con el objetivo de ganar muchos bolívares. Calculando en bolívares viejos y utilizando el dólar oficial, de 4,30 Bs./$, hasta ahora, 6.300 Bs./$, estos señores han multiplicado su capital en bolívares 1.465 veces en 30 años, aunque Ud. no lo crea. De aquí proviene el poder de la oligarquía venezolana, en bolívares todo lo pueden comprar.
Desde el punto de vista económico resulta increíble que el chavismo haya logrado tomar el poder político en Venezuela, porque, ayudados por las continuas devaluaciones, todos los bolívares, depositados en el extranjero en forma de dólares, los tiene la oligarquía venezolana. Los $400.000.000.000 en la actualidad valen, calculados al dólar oficial, 2.520.000.000.000 bolívares fuertes (400.000.000.000 x 6,3), o sea, 2 billones 520 millardos de bolívares fuertes. (No me atrevo a hacer el cálculo con el dólar paralelo). Los dueños de la montaña son exageradamente ricos en bolívares; los demás venezolanos, en comparación, somos unos indigentes. (¿No y que somos, profesor Elías El Juri, el país menos desigual de suramérica?). Todas las estafas, marramucias y corruptelas con los dólares de Cadivi y Sitme, obedecen a las excesivas ganancias en bolívares que, sin hacer esfuerzo alguno, han recibido y siguen recibiendo unos pocos venezolanos.
Por otro lado, los sucesivos gobiernos desde 1961, Chávez incluido, han sido cómplices de este desastre porque cada dólar que ha ingresado al país, con cada devaluación, ha producido muchísimos bolívares para financiar la economía nacional. La revolución bolivariana, que cuenta por ahora con el apoyo del pueblo venezolano, debería poner fin a este desmadre que perjudica seriamente al 95% de los venezolanos que no tenemos cuentas en dólares. De estos temas no hablan ni el Ministro de Finanzas ni el Presidente del BCV porque ellos han contribuido al caos actual. Es muy probable que tengan en el extranjero abultadas cuentas en dólares.
Con la reciente devaluación del 46,5%, los dueños de los $400.000.000.000 ganaron la bonita cifra de Bs. 186.000.000.000 (ganancia sobre el inventario), transferencia masiva de Bs. que saldrá del bolsillo del pueblo venezolano porque estos bolívares devaluados serán utilizados para comprar bienes o pagar salarios en Venezuela. En realidad la cifra es 2,7 veces mayor porque el cálculo hay que hacerlo con el dólar paralelo. De allí que comprar dólares Cadivi a Bs. 6,30, sobrefacturar en dólares al doble y vender la mitad en el mercado paralelo (negocio 1), sea la conducta capitalista normal para maximizar ganancias cambiarias que superan las ganancias por la venta, a precio de dólar paralelo, de los artículos importados (negocio 2). Una mayor ganancia operativa se obtiene comprando dólares Cadivi a Bs. 6,30, depositando los dólares en bancos de EEUU, no trayendo ningún producto, vendiendo parte de los dólares en el mercado paralelo (negocio 1) y esperando en dólares por la próxima devaluación (negocio 2). Bajo estas condiciones nunca le alcanzarán los dólares a Cadivi porque la oligarquía los utiliza para ganar más bolívares para comprar más dólares para ganar más bolívares.
Quienes piensen que la oligarquía venezolana se va a conformar con un dólar a Bs. 6,30, teniendo el dólar paralelo bajo su control, al día de hoy en Bs. 23,31 (270% más alto), pecan de ilusos. Los poseedores de esta gigantesca masa de dólares, dada la brecha existente, se sienten con derecho a pedir más, mucho más, bajo cualquier excusa, y así lo harán en los próximos meses. Fedecámaras, donde se agrupan buena parte de quienes tienen en el extranjero la montaña mágica, seguirá especulando, acaparando y desabasteciendo, hasta lograr otra devaluación este año y cuantas sean necesarias para mantener debidamente nutridas sus agallas, dado que tienen la sartén por el mango. Saben cómo manejar el comercio nacional, la producción y distribución de productos básicos, la psicología de los compradores, las instituciones del gobierno, el mercado paralelo, la mediática nacional e internacional y las relaciones con bancos de EEUU, quienes encantados reciben sus depósitos en dólares sin preguntar por su procedencia. Cuando tengan la inflación y el dólar por las nubes + el pueblo desesperado, vendrá el golpe de estado, que probablemente será celebrado por una población cansada de comprar productos cada vez mucho más caros o inexistentes, y se perderá la revolución bolivariana. (La explicación de los sesudos analistas será que la culpa la tuvo el gobierno por el manejo irresponsable de las variables macroeconómicas). La oligarquía ansía recuperar el poder político para hacer lo que le de la gana a nivel nacional e internacional, como en la cuarta. A nosotros nos falta el poder económico para poder hacer una revolución que realmente beneficie a las mayorías.
¿Tendrá éxito el gobierno venezolano enfrentando el problema cambiario bajo estas condiciones? Mi respuesta es un categórico NO. El nivel de supervisión que hace falta para controlar los compradores de dólares en Venezuela, los pagos en el exterior y el flujo de mercancías excede las capacidades de la burocracia nacional. Basta con señalar que en las pasadas semanas el gobierno confiscó 20.000 toneladas de alimentos y no hay ningún especulador, acaparador o desabastecedor preso. Por otro lado, el mercado paralelo seguirá bajo el control de la oligarquía. Bajo el sistema de libertades que vivimos no será posible quitarles ese privilegio. Lechuga verde y sitios similares seguirán en la web informando el precio de un dólar que nadie sabe de dónde sale, pero que Fedecámaras utiliza gustosamente para justificar los altos precios y avisar la próxima devaluación.
Acabar de una vez por todas con las sucesivas devaluaciones del bolívar (van 11 desde 1961) y ponerle un parao al excesivo y fácil enriquecimiento de los dueños de la montaña, debería ser una prioridad del gobierno nacional, pero no lo es. ¿Por qué? Porque por esta vía, con toda seguridad, en el futuro próximo nos esperan más devaluaciones. ¿No es suficiente con lo que nos ha pasado hasta ahora? Al parecer no. Nuestro gobierno chavista, que lleva 5 devaluaciones en 14 años, ha multiplicado por 11 la cantidad de Bs. que tenemos que dar por 1 dólar, al pasar de 573,88 (Febrero 1999) a la tasa actual de 6.300, hablando en bolívares viejos/$. Las devaluaciones continuarán porque no existe en las autoridades financieras venezolanas, léase Ministro de Finanzas o Presidente del BCV, el compromiso de poner fin a este desastre. Por el contrario, de sus palabras se deduce que podrían estar preparando el próximo “ajuste cambiario”, “por el bien de la economía venezolana”. ¿Cómo hacer para acabar con las devaluaciones sucesivas, su tremendo impacto negativo en el 95% de la población y el enriquecimiento grosero de la oligarquía?
Me permito aportar dos soluciones relacionadas, mientras no dispongamos de una moneda común latinoamericana: 1. Desconectémonos progresivamente del dólar norteamericano haciendo cada vez más nuestras importaciones en yuanes, buscando la reducción del poder alcista de la montaña de dólares. Recuerdo que la mitad de un préstamo chino hecho el año pasado fue en yuanes. ¿Qué problema habría en vender nuestro petróleo a China en yuanes y con los yuanes recibidos pagar nuestras importaciones? Por esta via reduciremos el poder magnético de la montaña y bajará el precio del dólar paralelo y oficial. Le tomará muchos años a la oligarquía venezolana formar una montaña similar de yuanes. Vale la pena señalar que China tiene capacidad para cubrir todas nuestras importaciones. Hace poco el comercio exterior de China superó a EEUU ($3,87 trillones vs. $3,82 trillones). Esta decisión revolucionaria no sólo haría bajar el dólar en Venezuela sino que tendría impacto mundial. Pienso que China estaría encantada de colaborar porque habría beneficios mutuos; 2. Que Cadivi reduzca progresivamente la entrega de dólares al sector privado y aumente la entrega de yuanes, a una tasa Bs./Yuan razonable y estable, surgida de un Acuerdo Cambiario con China, con el objetivo a mediano plazo de no entregar más divisas públicas al sector privado; que traigan sus dólares y/o sus yuanes. De nuevo bajaría el dólar por reducción de la demanda y diversificaríamos nuestro portafolio de divisas, lo que también nos conviene.
Debemos poner fin a las devaluaciones y sus nefastas consecuencias: empobrecimiento del 95% de los venezolanos y enriquecimiento fácil de unos pocos. Quien tenga mejores soluciones que las presente. Estoy lejos de pensar que mis planteamientos sean verdades absolutas. Mucho me gustaría leer en Aporrea o recibir via email otras opiniones.