Las huellas de Hugo Chávez y Jorge Rodríguez

Dos hombres excepcionales, Jorge Rodríguez y Hugo Chávez, se ganaron el respeto y la admiración del movimiento popular. Ambos han dado aportes fundamentales para la construcción del proceso revolucionario; cada uno en su tiempo histórico se convirtió en conductor e impulsor de estrategias políticas hacia la victoria socialista, con todo el desprendimiento incluso hasta de la vida misma. Jorge Rodríguez en 1975 dijo: “que sepan que no le tememos a la muerte, que no daremos ni pediremos cuartel, que llevaremos la lucha por el socialismo hasta sus últimas consecuencias. Y si caemos en el combate, otros valerosos camaradas continuarán el camino. De eso estamos seguros”. Tan seguro estaba que siendo asesinado en 1976, ya se iniciaba en el seno de los militares patriotas la organización del Movimiento Bolivariano 200 con Hugo Chávez como líder.

Jorge Rodríguez y Hugo Chávez no surgieron de la nada, fueron producto de la realidad concreta de opresión y empobrecimiento acelerado del pueblo venezolano. Uno maestro y otro militar, promovieron la organización y el protagonismo popular como condición fundamental para garantizar la sustentabilidad del movimiento revolucionario. Fueron estudiosos, disciplinados y supieron hacer uso del verbo encendido que los caracterizaba. Siempre afirmaron que el movimiento no podía depender de una persona, sino del pueblo organizado para luchar, sin embargo coincidieron en que como líderes tenían que realizar esfuerzos de compromiso y entrega para lograr los objetivos. Fueron verdaderos líderes, grandes jefes revolucionarios y se despiden cuando más nos hacían falta para la concreción de los planes. Hasta histórica es la coincidencia de la despedida que le ofrendan sus hijos.

Jorge Rodríguez, hijo, leyó un poema ante el féretro de su padre asesinado que dice: “Padre hoy te marchas cuando nos haces más falta, pero tu ejemplo revolucionario lo llevamos muy dentro. Escucha en estas mis palabras el rumor del pueblo de los desposeídos. De tus compañeros que siempre te recordaremos y del que fuiste padre y maestro y forjador de hombres. Los que hoy te apartaron del camino no saben que están abriendo cien más…”

María Gabriela Chávez, hija del Comandante, leyó también a su padre durante las exequias: “…Tu alma, es tan infinitamente inmensa, que ese cuerpo te quedó pequeño y sencillamente tuviste que volar y ser libre. Te lo dije viéndote a los ojos, pocos días antes de tu partida: ¡Eres un gigante!....Tú seguirás palpitando en mi corazón, tú seguirás vibrando en tu pueblo, para siempre, papito amado mío. Vuela, vuela libre gigante. Vuela alto y sopla fuerte, fuerte como los vientos huracanados. Nosotros cuidaremos tu patria y defenderemos tu legado como tú nos enseñaste a hacerlo. Jamás te irás, porque en nuestras manos está tu llamarada, Hugo Chávez.”

Hoy más que nunca debemos mantener en alto las banderas del antimperialismo, la solidaridad internacional, la unidad de los revolucionarios, la lucha contra el burocratismo y la corrupción, la eficiencia y la calidad revolucionaria, la lealtad a los principios socialistas y cristianos, solo así rendiremos honor a Jorge Rodríguez y a Hugo Chávez , quienes se consumieron en la lucha por la redención del pueblo pobre. Sus vidas las entregaron a la causa del socialismo. Hoy viven y vivirán en nosotros con gran intensidad.

Con Jorge Rodríguez seguimos proclamando que ¡El socialismo se conquista peleando¡ y nos aferraremos al espíritu victorioso del Comandante Chávez para lograr la mayor suma de felicidad posible a nuestro pueblo.

Salvador Camacho. 17-03-2013

scamachocastejon@gmail.com


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Salvador Lamberto Camacho


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