Es preocupante que en la administración pública (Ministerios, Gobernaciones, CVG, PDVSA, Corpoelec, CANTV y otros Institutos Autónomos) casi todos los cargos de vicepresidentes, gerentes generales, gerentes medios, subgerentes, superintendentes, jefes de departamentos, jefes de línea, empleados calificados, etc., estén en manos de enfermizos archienemigos del chavismo y del proceso revolucionario (...) ¿A cuánto asciende la lista de salta talanqueras, traidores de oficio y, ahora enchufados, desde hace más de diez años de revolución?
Voy a tomar como ejemplo un caso muy reciente que me acaba de pasar en una agencia del Banco Bicentenario (Agencia La Trinidad 1-Baruta, ubicada en calle del hambre), y no es que me haya pasado en esa agencia en particular sino que esa es la misma matriz que aplica para todo el personal empleado de todas las agencias Banco Bicentenario que a nivel nacional operan en el país. En esa agencia, en particular, hay 12 empleados bancarios y sólo 4 empleados (33%) son o están con el proceso revolucionario, y el resto de los 8 empleados (66%) son acérrimos antichavistas (contrarrevolucionarios)...
Pero el problema no es que sean o no sean chavistas, no. El problema estriba en que de los 12 empleados que allí trabajan y que por igual deben gozar de los mismos beneficios, tales como financiamiento para adquisición de vivienda (hasta un 90% y a muy bajos intereses), créditos para la adquisición de vehículos, línea blanca, etc., pues para arreche... no es que me entero ahora, sino que me sigo enterando (porque es la misma letanía que me han contado en otras agencias) que mayormente a quien se beneficia es al 66% (8 empleados) opositores antichavistas de los créditos de vivienda y vehículos; incluso esos créditos otorgados a enfermizos contrarrevolucionarios le han salido mucho más rápido y expedito que la de aquellos chavistas que tienen más tiempo esperando por una vivienda o un vehículo.
Esos empleados, en el pin de sus Black Berrys, tienen a Capriles como su idolatrado líder con ofensas denigrantes y groseras contra los pobres y pata en el suelo. Por supuesto para congraciarse con sus gerentes inmediatos y jefes de línea. Pregunten en esa agencia de quién o quiénes se trata ese 66%, y seguro estoy que de inmediato le responderán quiénes son esos empleados.
Si hacemos un proyección de esta pequeña muestra (Agencia La Trinidad 1-Baruta, ubicada en calle del hambre), que en proporción de 66% son furibundos antichavistas y el otro 33% son seguidores del proceso revolucionario, observamos que de los 2.500.000 empleados públicos que se estima sean los que trabajan como tal en el aparato estatal y sus filiales, un total de 1.650.000 (66%) son opositores enchufados y acérrimos enemigos del chavismo, y el resto 850.000 (33%) son chavistas convictos y confesos. Qué se debe hacer (¿?)
Pues, veamos qué se debe hacer... El candidato del chavismo, Nicolás Maduro, en las elecciones presidenciales del 14A-2013 sacó según el último boletín del CNE 7.575.704 votos (50,78%) y el candidato opositor MUD, Henrique Capriles, sacó 7.302.648 votos (48,95%). Hubo una diferencia a favor de Nicolás Maduro de 273.056 votos (1,83%).
Ahora, observemos lo siguiente: de los 2.500.000 empleados públicos que se estima trabajan en la administración pública, banca pública, Institutos autónomos y otros entes estatales, vemos que el 66% o 1.650.000 empleados públicos son votos que se suponía que eran del chavismo, pero no fue así, porque migraron o eran enchufados opositores que fueron a parar al bando caprilista. Yo, en lo personal había estimado que Maduro sacaría 9.218.000 votos y Capriles sacaría 5.400.000, y creo que no era nada aventurado tal estimación. Porque si esos votos de enchufados opositores (66%) que ocupan todo tipo de cargos en la administración estatal, que se hacen pasar como rojo rojitos o se mimetizan según convenga, si es el caso de que no hubieran sufragado a favor del bando opositor, otro fuera el clarín de las cornetas en el fuero chavista.
Bien, ahí le dejo al camarada presidente chavista bolivariano Nicolás Maduro, esa pequeña reflexión. Para que busque la forma de darle empleo a un universo bastante sólido y comprometido con el proceso revolucionario, y que no es que se trata de que haya que darle empleo a 7.575.704 revolucionarios, no. Pero sí hay que darle empleo a una porción bastante significativa de profesionales universitarios, técnicos y peritos calificados de todas las especialidades y profesiones, que estimo sea de 1.650.000 revolucionarios convictos y confesos y ficha cierta de la revolución. No se trata de quítate tú para ponerme yo, no, no se trata de eso (...)
José Agapito Ramírez
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