El derecho a recibir información oportuna, veraz e imparcial sigue secuestrado por unos pocos que manipulan a su antojo, son los mismos quienes desde hace muchos años deciden qué es publicable en los medios de difusión masivos. Por ello no debe extrañar que los golpistas Carlos Ortega, presidente de facto de la CTV; Carlos Fernández, presidente de la patronal Fedecámaras, y la mal llamada Coordinadora Democrática, día tras día, cada tarde, encanden la televisión y la radio para leer su parte de guerra que presentan como el "éxito del paro cívico". Claro, los empresarios de la prensa utilizan los medios como el aparato de propaganda de la contrarrevolución.
Para los golpistas-fascistas el "éxito del paro" se traduce en la paralización de la distribución de alimentos y bebidas en todo el país, a consecuencia de la escasez de gasolina, debido al saboteo que produjeron al paralizar los buques cargados del combustible. A este criminal acto se une la acción de algunos gobernadores de estados, como el de Miranda y Carabobo, Enrique Mendoza y Henrique Salas Feo, respectivamente, quienes ordenan a sus cuerpos policiales detener las gandolas de gasolina que necesariamente deben transitar por esos territorios, como si se tratara de otros países.
La escasez de alimentos básicos, como la harina de maíz precocida, alimentos para níños, medicinas, gas doméstico, es otro triunfo que muestran los golpistas-fascistas como trofeos.
Otro "éxito" de los golpistas-fascistas es sembrar el terror, la angustia en el país, con los llamados a la violencia, al odio racial y anunciar acciones terroristas, como colocación de artefactos explosivos en el Metro de Caracas, cadenas de tiendas y supermercados, corte de la energía eléctrica y asesinatos selectivos de dirigentes políticos y luchadores sociales. Estos anuncios lo realizaron cuando el pueblo venezolano se preparaba a recibir la noche buena y navidad, además decretaron la no celebración de esta festividad, pero la mayoría de los venezolanos dijeron no a los golpistas y a un pequeño grupo de periodistas sin ética y animadores de televisión que tergiversan y manipulan la verdad.
Pecadores y golpistas
Es cierto que los venezolanos claman por la paz, que no queremos guerra, el enfrentamiento entre hermanos, pero quienes hacen llamados a la violencia, al odio racial son precisamente los golpistas-fascistas. Hasta el cardenal Ignacio Velasco, a nombre de la Iglesia, hizo un llamado a reconstruir el país, pero sus palabras no son sinceras.
Utiliza las mismas palabras de los golpistas, como esa de que "no tenemos miedo", que es la consigna de quienes rodearon la base aérea La Carlota, de Caracas, en el mes de octubre. Entre ellos se encontraba, qué casualidad, el alcalde del municipio Chacao, Leopoldo López, quien participó el golpe de Estado del 11 de abril y personalmente dirigió los operativos de detención de ministros, diputados y dirigentes políticos de los partidos que apoyan al presidente Chávez.
El cardenal Velasco dijo además, que quienes no utilicen la paz y la bondad como armas, dicen mentiras al pueblo. Agregó que el "mal pasará", en abierta alusión al gobierno legítimo de Chávez. Para finalizar manifestó que para la Iglesia no hay distinción entre oficialismo y oposición. Con lo cual miente, pues él respaldó al gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga, y no pierde tiempo en sus homilías para arengar y desconocer al gobierno que la mayoría del pueblo venezolano relegitimó en siete procesos eleccionarios.
La libertad de expresión y el derecho a recibir información oportuna, veraz e imparcial están secuestradas, por eso el llamado a nuestros hermanos latinoamericanos a la solidaridad que se traduce en divulgar la verdad de lo que sucede en Venezuela, a no dejarse engañar por lo que difunden los medios en manos de una oligarquía.
Alcides Castillo
Periodista
Premio Nacional de Periodismo
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