Contradicciones

No se gana nada y se pierde mucho dilucidando si el tipo es un mentecato o un avispado. Evidencias en un sentido y otro hay suficientes para contradecirse 27 veces en cada frase. Es más productivo el paradigma dialéctico de complejidad de Edgar Morin: es un inepto bien asesorado. El paradigma de complejidad nos ahorra mil debates estériles.

El punto no es tanto que la oposición tenga buenos o regulares consejeros sino qué abonos regalamos a esas asesorías. La cuña de los enchufados germinó en los apagones, en la inseguridad que descuidamos por demasiado tiempo, en el desabastecimiento, en las camionetotas negras, en el desplante, en la corrupción, en el fariseísmo. ¿Servirá de algo el susto del 14A?.

Casi no hablamos (eso es lo malo) de los costados fuertes de la Revolución. Ejemplo: ya no hay infancia abandonada, pero ¿quién lo menciona? Se habla, sí, de la multitud de viviendas, hasta el punto de que la oposición calla el tema ruidosamente. Como omite que ahora comemos más y mejor. Solamente lo admite Fedecámaras. Pero basta que falte un kilito de cualquier cosa para que los medios lo ventilen urbi et orbi y compre con histeria cada quien veinte kilos de azúcar, hasta la diabetes.

Se aprovechan de nuestra propensión humana a la imbecilidad inducida por el pánico.

No sabemos que tenemos tripas hasta que duelen. Por eso es risible el periodismo optimista que titula: «Ayer no hubo terremoto en Consoplonia y no murieron 200.000 personas». Pero algo habrá que hacer para que quienes votan contra sus intereses sepan que gracias a la Revolución no les quitaron las viviendas por créditos mexicanos y hay cada vez menos delitos.

Sugiero una tarea, por ejemplo: superar los corros, corrillos, roscas y rosquillas (no sé cómo porque viven hondo en nuestra naturaleza humana, demasiado humana). No hay dispersiones seléucidas (j.mp/10pymgC): Diosdado no está velándole el claro a Nicolás. Ni viceversa. Pero sí hay la mar de grupitos sórdidos enfrentados a grupitos trampositos que hallan más revolucionario despanzurrar a otro chavista que dar la cara por la Revolución.

Sufrir celos y ser más importante que la Revolución distrae y descuida flancos para los medios golpistas.

Ojalá supiera yo cómo vencer esa manía humana para revelarlo ya.
 



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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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