En tanto la oposición no se deslastre de esa obsesiva conducta de criticar acerbamente todo cuanto hace el actual gobierno y de no reconocerle nada positivo porque odia a Chávez y a todo lo que huela a chavismo, le será imposible levantar cabeza y ni siquiera tener capacidad alguna para tomar un segundo aire que le permita, aun cuando sea por un instante, reflexionar acerca de lo importante que significa buscar nuevos rumbos, distintas y renovadas estrategias, cuando a la vista del país está que todo lo que ha venido haciendo en su persistente objetivo de salir del Comandante Presidente, sin importarle el cómo, concluye en rotundos fracasos.
La última de esas frustraciones fue terrible. Los partidos que la integran (AD, Proyecto Venezuela, MAS Y COPEI) perdieron en más del 60% la representación que tenían en los concejos y juntas parroquiales de todo el país y eso se pronosticó tal cual ocurrió como consecuencia del doble discurso de toda la dirigencia opositora durante el lapso de campaña, el que llamaba por un lado a votar y, por el otro, denunciaba al CNE como parcializado en favor del chavismo.
Pero es que ahora, con motivo de los comicios parlamentarios de diciembre la oposición está repitiendo el mismo libreto, lo cual le augura la madre de todos los fracasos aun cuando logre cuajar alguna precaria unidad entre gallos y media noche.
Por allí andan como fantasmas sin rumbo Alvarez Paz, Juan José Caldera, Ledezma y otros seudo políticos bisoños, surgidos al calor de la rabia por haber sido rechazadas sus candidaturas por el Bloque del Cambio en muy anteriores comicios regionales, como es el caso del inefable William Ojeda, insistiendo en que la oposición de manera integral no debe participar en las próximas elecciones parlamentarias porque el chavismo y su títere el CNE recurrirán al fraude, como siempre lo han denunciado sin que hasta la fecha hayan podido comprobarlo. Sustentan la tesis de que si toda la oposición se abstiene, se lograría con ello ilegitimar el gobierno de Chávez ante la comunidad internacional...Nos preguntamos, a cual comunidad internacional se referirán, a la de Bush, a la de Brelusconi, la de Tony Blair, o será acaso a la de Uribe Vélez...?
Ante tanta tozudez, hay que resaltar estas reflexiones de Juan Vicente León de Datanálisis (El Universal 14/08/05):
“A veces me pregunto si tiene sentido ser irreverente con mi propio grupo para tratar de mover sus fibras...o simplemente no vale la pena seguir luchando contra este masivo complejo suicida que parece no cesará hasta que los chavistas se cojan el país completo. Soy adverso a las solidaridades primarias, pero estoy agotado de remar contra la corriente en mi propio río y pelear con amigos, paradójicamente buscando lo mismo. Claro que me planteo.. la posibilidad de estar... muy equivocado. Pero, ¿Qué debo hacer entonces? Callar y dejar que la corriente nos empuje a donde presumo nos espera una gigantesca caída de agua y nos ahoguemos?...”
Apropiado nos resulta tomar ese dicho que mucho se escucha cuando se producen conductas lamentables y reiteradas como estas de los dirigentes de la oposición: "dan pena ajena..."
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