Este año se van a realizar las elecciones de alcaldes y concejales. 2014 podría ser de receso electoral, salvo que se promuevan los anunciados revocatorios contra algunos diputados a la Asamblea Nacional. En 2015 deberán efectuarse las elecciones parlamentarias. Y en 2016, las de gobernadores y consejos legislativos.
En el marco dado por esta agenda electoral, la jerarquía antichavista intentará propiciar el escenario para un Referendo Revocatorio Presidencial cuya activación solo procedería después del 19 de abril de 2016 y que podría coincidir con las elecciones regionales. Para ello, seguirán consolidando el segmento poblacional que les ha apoyado e insistirán en la estrategia y tácticas destinadas a resquebrajar la unidad del chavismo.
Escuchando los breves discursos del excandidato antichavista, más específicamente el que pronunciara en Lara hace unos días, se advierte con claridad que, en estos momentos, las matrices que están tratando de montar apuntan a hacer ver que, en virtud del supuesto control que ejerce el chavismo sobre las instituciones, resulta improbable que prosperen las acciones incoadas contra el triunfo de Nicolás Maduro, pero que si logran incrementar la votación en los próximos comicios no habrá posibilidad de que se los “arrebaten”. De hecho, dijo que es necesario hacer que “un millón o dos millones de esos voticos que están en el otro lado se vengan para éste lado”. Para colmo, estableció como meta la cantidad de 10 millones de votos: no les extrañe que, dentro de poco, comiencen a emplear los lemas y símbolos que, en relación a esta meta, ha utilizado la Revolución.
Como el antichavismo trasnacional sabe que requiere vencer en todos los procesos electorales previos a 2016 ha desatado un incesante y agresivo ataque, desde diversos frentes, con el objeto de minar las bases populares revolucionarias. No son hechos aislados la colocación de artefactos explosivos en Caracas y Maracaibo, ni el desabastecimiento y la especulación. Además, la estrategia comunicacional opositora, absolutamente goebbeliana, se ha desplegado con mayor eficacia si la comparamos con la de 2002. Vienen con todo…
Ante este escenario (la polarización seguramente se agudizará, aunque intenten disimularlo), la "unidad, unidad, unidad" exigida por el Comandante Supremo, Hugo Chávez, el 8 de diciembre de 2012, es la única alternativa que tenemos para contrarrestar la arremetida antipatriótica e iniciar la contraofensiva que las circunstancias nos imponen ejecutar. Si no lo hacemos y sucumbimos en las municipales de 2013, las probabilidades de que se repita el resultado en las parlamentarias de 2015 serán altas. Y de ahí al 2016 solo habrá un paso...
