En Venezuela acaba de comenzar el décimo Festival Mundial de Poesía y, este mismo domingo 16 de junio, nuestro camarada, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, va tras las huellas del poeta Simón Bolívar, en el espacio simbólico para aquellos contundentes versos, llenos de romanticismo, que pronunció en forma de Juramento, en el Monte Sacro, Roma, Italia.
El poema de compromiso que aquel joven utópico, de 22 años de edad, que huía del dolor provocado por la muerte temprana de su esposa, reunía toda la fuerza del amor por su patria y la decisión de regresar a ella para luchar, sin descanso de su brazo, hasta verla liberada. Jura sobre las ruinas de un imperio derrumbado y lo hace en tono poético.
Invocar al libertador Simón Bolívar en este contexto y reivindicar su voz llena de poesía, es una manera de reivindicar también a otro poeta y libertador que 200 años después siguió, brazo y espada en alto, el camino libertario e independentista. Nuestro Comandante Supremo, Hugo Chávez, homenajeado en este décimo festival de la palabra universal hecha revolución, como el más nuestro de los nuestros.
Y en este contexto espiritual e inspirador en el que se inscribe el décimo de los festivales mundiales, que fuera creado durante su gobierno por el propio Comandante Supremo, ahora le rinde homenaje como poeta entre los poetas. Pero, además, determina el valor de combate, de lucha, de “arma cargada de futuro” con la que hoy se enfrenta a los desesperos fascistas por acabar con las esperanzas de los pueblos oprimidos del mundo y de la Revolución Bolivariana como liderazgo de múltiples procesos nuestroamericanos de liberación.
En Venezuela, en esta Patria de Bolívar y de Chávez, nuestros más insignes emblemas de las luchas por la libertad, la independencia y el socialismo, celebrar de poesía no es un lujo de élites sino una exaltación de la palabra como proyectil certero que dispara en paz contra las actuales pretensiones del imperio estadounidense por dejarnos sin aliento e imponernos regímenes fascistas, como el que se ha dibujado en torno al asesino Henrique Capriles Radonski, en varias oportunidades.
Poesía para la independencia, para la paz y para la Patria socialista.