El camarada Presidente Nicolás Maduro ha propuesto un Plan Visita de Casa por Casa y le agrega que sería para asegurar el triunfo de la Revolución en el proceso electoral del 8 de diciembre del presente año.
¿Cómo concebimos en El Pueblo Avanza -EPA- ese Plan?
Creemos que los revolucionarios están, más por convicción que por obligación, destinados a cumplir el deber de hacer política casa por casa –sin dar la espalda a las circunstancias concretas de tiempo y lugar- y, especialmente, cuando una Revolución tiene el poder político en sus manos. En casa por casa se encuentran las masas, esas sin las cuales ninguna Revolución tendría vida. Pero mucho más importante sería un Plan fábrica o empresa por fábrica o empresa, porque allí está la clase que enaltece o achica una Revolución. Claro, ese Plan no negaría jamás el de casa por casa. Pero la esencia de ese Plan no debe ser el ir a buscar votos, aunque ello sea muy importante para garantizar el mayor número de alcaldías en manos de revolucionarios.
¿Cuál debe ser la esencia de ese Plan si se pretende consolidar la Revolución y que la aplastante mayoría del pueblo la haga suya y la defienda hasta con los dientes si es posible?
Nosotros creemos que debe ser el de recoger las inquietudes y necesidades de las familias para ponerlas en conocimiento de los organismos competentes en busca de soluciones; intercambiar opiniones con las familias sobre las diversas problemáticas del mundo, del país, del estado, de los municipios y –fundamentalmente- de las comunidades o barrios; saber escuchar sus críticas, sus molestias y sus recomendaciones para elevarlas ante los organismos superiores del Partido y del Gobierno; no prometerles villas y castillos sino más bien orientarlas en la necesidad que se organicen y hagan valer su derecho de protagonismo en la elaboración y ejecución del Programa de Gobierno que en lo fundamental representa sus aspiraciones, sus esperanzas, sus sueños y, por consiguiente, sus beneficios materiales y espirituales.
Para nosotros, como organización política El Pueblo Avanza –EPA- no es lo principal el saber en cuáles casas viven los chavistas sino dónde viven los opositores, esas miles de miles de personas de pueblo que tienen los mismos problemas y las mismas necesidades que los chavistas para que las políticas económicas- fundamentalmente- ejecutadas por el Gobierno que preside el camarada Maduro también les beneficie. Ese es el elemento principal si queremos que la conciencia de esas gentes de pueblo cambie y entienda que el Proceso Bolivariano gobierna igualmente para ellas. Por ello coincidimos con el camarada Maduro cuando señala que a las personas de la Oposición que son parte del pueblo deben ser enamoradas con la verdad, escuchando sus problemas y necesidades, elaborando políticas para dar soluciones a los mismos, mezclándose con ellas y orientándolas por el sendero de la revolución.
El cerebro y el estómago son como la teoría y la práctica. Una Revolución no se le mete a nadie por los ojos como tampoco por los pulmones. Una Revolución con 14 años en el poder debería ganar, mínimo, un 80% de las alcaldías. Pero eso es un decir. Unos cuantos alcaldes del Proceso Bolivariano han hecho lo que no han debido hacer y han dejado de hacer lo que han debido hacer. Eso hace que el triunfo en sus municipios no esté desde ya asegurado para la Revolución. Esta –para transformar la estructura y superestructura- es la sabia combinación de la cantidad con la calidad. Un candidato o candidata a ser alcalde o alcaldesa debe establecer sus compromisos no sólo con el partido al que pertenece sino, especialmente, con las comunidades de su municipio: serle fiel en la defensa de sus sueños; luchar incansablemente por solucionarles sus problemas o necesidades esenciales; ser el vocero o la vocera de las comunidades ante las instancias superiores de Gobierno, hacer entender a su comunidad que los intereses del pueblo están por encima de todos los intereses de partidos o de personas; en fin: que la Revolución y sus logros corresponden a todo el pueblo. La Revolución es la expresión más acabada de la aplicación de justicia social para todos los sectores populares y las clases sociales explotadas y oprimidas. La Revolución es, de comienzo a fin, recorrido o marcha hacia la emancipación de la humanidad. Por eso la política de casa por casa, empresa por empresa, fábrica por fábrica, campo por campo, universidad por universidad, debe ser, en importante medida, parte de la gran batalla de las ideas por el socialismo.