Editorial

¿Qué rumbo tomará, en la actual coyuntura, la política imperial y oligárquica?

El plan para desestabilizar y eventualmente derrocar al gobierno bolivariano está elaborado y en marcha: ¿Qué rumbo tomará,  en la actual coyuntura, la política imperial y oligárquica?*

1.- El plan orientado a desestabilizar y derrotar a la  revolución y al gobierno bolivariano está en marcha. Y puede ser acelerado en este período electoral: todo depende de la capacidad y potencialidad del pueblo venezolano, del gobierno revolucionario que preside Nicolás Maduro y de las Fuerzas Armadas Bolivarianas, para asegurar que la elite imperial y los grupos oligárquicos no establezcan una situación político-social de ingobernabilidad y violencia desbocada.

2.- El desarrollo de la estrategia de violencia y de la guerra civil que implementa el bloque opositor hegemonizado por las fuerzas fascistas, depende de una situación política que posibilite al Imperio apelar al expediente de las “intervención humanitaria” y neutralizar a organismos de integración regional como la UNASUR y la CELAC. Así como movilizar desde la OEA una ofensiva política y diplomática contra la patria.

3.- El diseño del plan no es el tradicional de la típica intervención militar extranjera o del golpe de Estado. Ni el esquema de las “guarimbas”. El imperio lo concibe, básicamente, al estilo de un proceso interno de ingobernabilidad y como una modalidad de guerra civil.

4. Ingobernabilidad y guerra civil cuyo desencadenamiento se basa, si se establecen determinadas condiciones políticas, en una fuerte movilización del  conjunto de bases políticas y sociales  que la derecha ha ido posicionando en todo el país. No podemos ignorar el hecho de que la derecha ha logrado establecer una base social fascista activa; lo cual es un hecho nuevo en Venezuela. Y tampoco puede desestimarse el alcance de operaciones que a todas luces obedecen a un plan de asesinatos selectivos de gente del pueblo y funcionarios estatales o policiales

5.- Los operadores políticos del plan desestabilizador y la guerra civil son claros en sus precisas intenciones: “la solución no son los votos, sino la calle”.  Y esa idea no indica que la votación no sea importante; sino que está en función de una política de violencia desatada y de guerra. En determinada situación política mediada, por los resultados electorales, la oposición puede apelar, con fuerza, a la denuncia de fraude para movilizar sus bases sociales y grupos paramilitares

6.- Entonces es imprescindible definir  con amplitud y claridad las condiciones para que la derecha y los grupos fascistas desarrollen su plan.

•  La iniciativa política, en todos los frentes de combate, en el espacio nacional mundial

•  La movilización y organización política, a nivel del control de la calle

•  La capacidad ofensiva del pueblo  de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas

•  La ofensiva mediática y diplomática

7.- El punto de partida del análisis de esos factores, se decide en la capacidad y potencialidad de la Revolución Bolivariana, del gobierno revolucionario, de continuar avanzando en las políticas y estrategias que van definiendo la derrota política del imperio y la derecha fascista. Y esa derrota depende de la iniciativa política, de la consolidación de los avances políticos que las fuerzas de la revolución y el gobierno de Nicolás maduro vamos concretando.

a)  No podemos actuar reactivamente, pues podríamos no tener tiempo para reaccionar, ya que ellos,   han desplegado sus fuerzas  y desarrollan un plan progresivo para derrotar la revolución bolivariana: el imperio tiene una clara decisión de ahora o nunca.

b) En el plano político, las medidas basadas en la Ley Habilitante han fortalecido la lucha contra el acaparamiento, los sobreprecios, la sobrefacturación; y  han posibilitado retomar la iniciativa política. Nos falta   erradicar  totalmente el  desabastecimiento que afecta tanto a sectores de la clase media como populares. Entre los sectores de clase media y media baja, las cadenas comerciales agudizan deliberadamente el desabastecimiento para mantenerlos desesperados, movilizados  y anhelando el fin del gobierno.

c) Debemos continuar avanzando a fondo en la lucha contra la corrupción, tal como lo señaló el presidente Maduro en el caso de CADIVI y  otros hechos de corrupción: “Estoy preparando, para el primer trimestre de 2014, una ofensiva legal con la habilitante, una ofensiva institucional y jurídica de lucha profunda y total contra la corrupción”.  El presidente, también anunció la publicación de la lista de las empresas que recibieron dólares de CADIVI y del SITME; y constituyó una comisión de alto nivel para  investigar lo ocurrido en ambas instancias: el pueblo espera investigaciones concretas que conducirán a resultados  y responsables concretos. La corrupción es un talón de Aquiles que la Revolución Bolivariana  debe superar,  sobre todo porque constituye o es uno de los principales  enemigos del  proceso bolivariano: el Presidente Maduro está demostrando que mató un tigre,  y estamos seguros que no le tiene miedo al cuero.

d) En los próximos días, en materia económica, hay que decir claramente qué se va a hacer con el déficit fiscal y con la inflación, por ejemplo. En relación al déficit fiscal se pueden  incrementar significativamente los impuestos a los ricos en general y a los banqueros en particular. La presión fiscal en Venezuela es una de las más bajas del continente, si no la más baja, y las ganancias de los bancos son escandalosas.

En relación con la inflación y la tendencia importadora las medidas no pueden limitarse a reducción del circulante. Se impone: la regulación selectiva de las importaciones,  eliminando los artículos  suntuarios;  y garantizar la transferencia a los pobres de recursos no monetarios que aseguren el  fortalecimiento del salario real. La política de fortalecer el salario real en base de las políticas sociales: estas  demandan  ser presentadas como un componente clave del salario real de los trabajadores y empleados; así como  de retribución solidaria al pueblo. Es clave que las  políticas sociales no se perciban, ni asuman como   dádivas sin significado político: y así evitar que la oposición manipule el esfuerzo del gobierno revolucionario, mediante la conseja “de  recibe lo que el gobierno está regalando”. Si la política social no tiene el contenido político que permita  el salto de la conciencia, la gente puede votar por la oposición o se abstiene o peor aún le es indiferente el presente y el futuro de la revolución bolivariana; porque estamos estimulando el individualismo, sentimientos de propiedad individualista. La transferencia de salario real tiene la ventaja de  no incrementar la masa monetaria.

Hay que plantearse el problema del IVA dentro de una política tributaria integral  y un estudio riguroso, que visualice la posibilidad de su disminución y por esta vía bajar los precios, e incidir en la política anti-inflación.  Asimismo es esencial que  problemas  serios, en el campo de salud y la educación, pese a las cuantiosas inversiones en estas áreas, sean abordados y solucionados, a corto y mediano plazo.

6.- Una de las condiciones  para frenar la conspiración es ganar el mayor número de alcaldías y las de los centros urbanos más importantes.  Y ese es un compromiso del movimiento popular, del Gran Polo Patriótico y del gobierno revolucionario. Se frenaría toda estrategia política de la derecha fundamentada en  el impulso a elecciones parlamentarias anticipadas y en la convocatoria de  un referéndum revocatorio para sustituir al presidente Maduro. Y particularmente, en lo inmediato, permitiría derrotar la política de la desestabilización, la  ingobernabilidad, y la ya preparada   intervención internacional de carácter “humanitario”.

Entonces  el Gobierno Revolucionaria, tal como viene avanzando, con la Ley Habilitante debe batirse a fondo en  la lucha contra la guerra económica y  golpear  la corrupción  hasta erradicarla. Además de la lucha contra la corrupción y la guerra económica y de su profundización, proponemos desarrollar las siguientes estrategias:

•  La ofensiva con  base en una política de paz.

•  Golpear y desarticular las fuerzas paramilitares y fascistas.

•  La ofensiva diplomática.

•  La organización y movilización de los medios públicos y populares son claves para la defensa del proceso bolivariano.

•  Activación de los poderes públicos  y de las FANB; para impedir pronunciamientos y movilizaciones violentas de la derecha

Deseamos enfatizar que es imprescindible tomar medidas de inteligencia y seguridad que impidan el desencadenamiento de una guerra cibernética, que pueda implementarse contra nuestra infraestructura  militar, de comunicaciones, logística, de seguridad, etc. Bien sabemos que las fuerzas imperiales están preparadas para provocar apagones; destruir las comunicaciones vía satélite; sabotear Internet;  mediante fuerte ataques intentar anular las acciones ofensivas y defensivas que podamos tomar para enfrentar la desestabilización y los intentos para derrocar el gobierno. Debemos tener presente que el aparato militar-tecnológico de EEUU se mueve con relativa autonomía con respecto al Presidente Obama. Ciertas unidades especializadas pueden ser movilizadas desde el Pentágono y entrar en acción en cualquier lugar del mundo.

Diversos procesos nacional-mundiales en desarrollo  fundamentan el plan de desestabilización y guerra civil. En este editorial nos centramos en cuatro de ellos

a) La hegemonía del capital financiero se corresponde con una etapa de mayor centralización y concentración del capital en circunstancias en las que la informatización de la sociedad,  el progreso de la ciencia y de  la tecnología, permiten la conformación de una economía dirigida mundialmente pasando por encima de las fronteras y los Estados nacionales. Lo que permite la conformación de un mercado mundial dominado ampliamente por las clases sociales que concentran los ingresos. Los pobres han perdido capacidad para influir en la conformación  de la  demanda, la cual es excluyente.

b) Las transformaciones en la relación entre ciencia, tecnología, democracia y movimiento popular: la ciencia y la tecnología, dominadas por el capital financiero y en nombre de éste, se han colocado al mando de la recolonización del mundo, la reconfiguración de las relaciones de poder y de la evolución de la guerra.

c)Vivimos en los tiempos de la estrategia imperial de guerra permanente y terminal,  la política es la continuación de la guerra por otros medios y  hoy ya no es cierto que para garantizar la paz sea necesario prepararse para la guerra. La guerra ya está en desarrollo. La posibilidad de ganarla depende de que logremos evitar que ella se extienda y que llegue a cada uno de nuestros países.

d) El campo de batalla se desarrolla simultáneamente en todo el planeta y todas las esferas  de la sociedad (sociales, económico-productivas, políticas), el pensamiento,  la psique,  los imaginarios personales y colectivos, etc; y el instrumente decisivo del imperio es la dictadura mediática transnacional con fuertes raíces internas en nuestro país.

e) Finalmente nos referimos a una  tarea de primer orden: la unidad cívico-militar en todos los niveles. Particularmente en los barrios de las grandes ciudades y en los principales pueblos del interior.

* Editorial Portal RED PATRIA URGENTE/ 04, diciembre, 2013



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