Pele el ojo Nicolás. Ud., quien fue un hábil canciller del Comandante Supremo y bajo sus orientaciones supo tejer las mejores relaciones con nuestros socios y aliados en el mundo, así como enfrentar diplomática pero firmemente a nuestros enemigos, recuerde que cuando se llega al poder abundan los aduladores y quienes podrían estar enredándolo precisamente en el terreno donde Ud., se especializó, las relaciones internacionales.
Note Ud., que en la primera gira que realizó por Europa, cuando le tocó recibir el reconocimiento de la FAO, visitó tres países. De los cuales todos ellos, además de España, participaron en la agresión al hermano Presidente de Bolivia Evo Morales, ya que con sus acciones fueron capaces de poner en riesgo la vida de éste dirigente nuestroamericano.
Ya antes, expresamos nuestras dudas acerca del acercamiento que en esta gira dejó ver su gobierno con Francia, Tournée de Nicolás par Francia (http://www.aporrea.org/venezuelaexterior/a168913.html). Ahora están hablando los hechos acerca del papel que juega cada quien en las relaciones internacionales y cómo el imperio de los Estados Unidos tiene como cómplices directos de sus acciones a la vieja Europa, incluida por supuesto Francia.
Nicolás, recuerde que el Comandante Supremo además de dejarle la tarea de liderizar la Revolución Bolivariana, como bien lo viene haciendo. Ud., tiene el compromiso de liderizar la Revolución nuestramericana que Hugo Chávez inició.
Bueno que ofrezca asilo humanitario a E. Snowden, mejor que le demos asilo ya al camarada Julian Conrado. Éste compatriota es un luchador revolucionario que lucha porque las condiciones de su país y la de nuestramerica mejoren para la gente. Es un revolucionario que merece nuestra solidaridad y apoyo, porque en su país, Colombia, el régimen de la burguesía, enemigo del pueblo, amenaza con eliminarlo y con proscribirlo porque sus ideas se le oponen.
Nicolás, debe Ud., ocuparse de revisar a fondo esa Cancillería que Ud. dirigía y hacer la autocrítica que el Comandante siempre hizo. Algo pasa en esa Cancillería que dejando por fuera al camarada Elías Jaua, recién llegado, amenaza con estar jugando para los enemigos de nuestra revolución.