Las consignas, cantos de guerra o alegría, según se les quiera ver, constituyen parte importante dentro de la simbología que posesiona una ideología en el imaginario colectivo. Pero con el pasar del tiempo sufren el riesgo del desgaste, el cual deviene inexorablemente cuando la mismas pierden asidero con el significado del hecho real que las impulsó.
Cuando el Comandante Chávez decía, “Puede volver Rintintín, puede volver Superman y puede volver Cantinflas, Capulina y Tintán, ... Rubén Darío y los poetas marcharán, pero adecos y copeyanos esos nunca volverán”; evidentemente sobre tal expresión, gravitaba la denegación del regreso de los viejos político, pero sobre todo de la viejas prácticas políticas a la conducción de los destinos de la nación. Chávez no sólo estaba consciente de la necesidad de desarraigar los valores burgueses que alejaban cada vez más al uno del otro y retrogradaban la intención de construir una sociedad más justa; sino que se empeñó con su ejemplo particular y su gestión, enarbolar postulados de una nueva ética socialista, consustanciada con principios universales como fraternidad, solidaridad, desprendimiento…y para darles su cierto estatus, la gestión de gobierno y el Estado en general, deberían ser los ejemplos ductores.
En ese sentido, la corrupción era un asunto de importancia capital. ¿Cómo cimentar una nueva sociedad contaminada por el fantasma de la corrupción? Ese fantasma mimetizado en las instituciones de gobierno, donde muchos de sus representantes presurosos izan las banderas “impolutas” de un “no volverán”, cada vez que se presenta un evento electoral. Al estar convencido de que la corrupción era el peor enemigo de la revolución, luego del triunfo del octubre pasado, el Comandante confiere rango de supra ministerio al seguimiento de la gestión de gobierno para sanearla, y el objetivo de detectar la corrupción e ineficiencia donde estuvieran, era un asunto clave. De allí la frase lapidaria: EFICIENCIA O NADA.
¡Cuánta prédica Comandante…cuánta acción! Y los carajos no se han ido. Están en IVSS timando a los de la tercera edad que solicitan sus pensiones; también en el INTTT con sus alcabalas cuando la gente solicita una licencia o placa; y en los organismos “grandes arcas” para la recaudación y administración de los recursos del Estado, SENIAT y Fondo Chino (Na´guaraaá), que con gran acierto empezó el gobierno a intervenir encarcelando a sus principales responsables.
Hasta ahora, los ministros o Directores de turno de las instituciones públicas han hecho poco o casi nada por cumplir tu férrea solicitud, Comandante. Por ello hoy vemos que algunas consignas, y en este caso “¡No volverán!”, se tornaron endebles, vacuas.
No obstante, muchos abrigamos la esperanza de que con las últimas acciones del Presidente Nicolás Maduro en contra del hampa burocrática-institucionalizada, y con el concurso del único CHAVISMO que debe existir, el DECENTE, podremos cumplir la tarea y más temprano que tarde decir, a viva coz cargada de verdad, ¡YA SE FUERON! ¡NO VOLVERÁN!