Mejorar las Condiciones Materiales y Morales de los Educadores

Tal como lo expresa el título de este artículo, ese es el compromiso que se asigna el Ministro Héctor Rodríguez con los maestros para el día de hoy 15 de enero del 2025, en un contexto del poder adquisitivo disminuido de la clase trabajadora en general, en el cual el sector educativo que constituye la piedra angular en el desarrollo de la nación, ha sido uno de los más afectados, material y moralmente en los últimos años.

Y tal afectación constituye un elemento fundamental que coadyuvó a cimentar la crisis estructural del Sistema Educativo, pero que requiere ser vista y atendida en toda su complejidad e integralidad, bajo los efectos concomitantes del salario diezmado del docente, procesos de enseñanza-aprendizaje ineficaces, poca participación de los padres y representantes en el proceso educativo, baja matricula y la carencia de docentes.

Pero por supuesto, todo ello sin perder de vista las raíces profundas de la crisis, por lo que es pertinente precisar, que el elemento base que transversaliza la nuestra de los últimos años, son las medidas coercitivas unilaterales, que impidieron que durante cuatro años (2016-2020) ingresaran al país, el equivalente en dólares a sesenta años de importación de alimentos y medicinas.

En ese sentido debe indicarse, que el desmoronamiento del poder adquisitivo derivado de tal acto, que ha imposibilitado cubrir cabalmente las necesidades alimenticias, medicinales, y de acceso a la recreación, es una de las causales principales de la desmoralización en la labor educativa, manifiesta en desapego y pérdida del sentido de pertenencia del ejercicio docente, evidenciado en hechos sencillos de mala praxis en la actividad pedagógica y didáctica.

Ello alude el acto mismo de enseñanza-aprendizaje, una de las dimensiones más debilitadas de la crisis educativa, cuyo origen puede encontrarse en la falta de orientación de los docentes para la conducción idónea de ese proceso, las cortas o pocas jornadas de clases, en fin, el docente en muchos casos en esta época, termina convirtiéndose en un instructor de tareas con fines utilitarios fugaces o de entretenimiento, que a veces, muchas veces, realizan las maestras o hacedoras de tareas de la comunidad, sin aludir el papel protagónico sin tutor, que juegan el uso de las mal llamadas redes sociales.

En definitiva, la escuela actual no está educando para la vida, menos para la construcción del hombre nuevo, pareciera que la sociedad digital se encargará de ello.

Pero debemos ser optimistas.

Nuestro Sistema Educativo puede fortalecerse con raíces humanistas que entronicen cada vez más al estudiante con la ejecución de Programas adecuados a esta contemporaneidad cuyos métodos impulsen la formación para la vida e impidan el protagonismo avasallante del algoritmo. 

En ese sentido alentador, el Ministro Rodríguez ha esbozado elementos que dan cuenta del conocimiento que tiene de la complejidad de tal realidad educativa y, por tanto, de:

- La inaplazable mejora de la Calidad Educativa,

- El necesario aumento de la matrícula.                                                                      

  En favor de la inclusión, que no se quede un niño sin estudiar.

- Crear las condiciones objetivas para volver a los horarios de jornadas completas.  Que hace indispensable la mejora en los ingresos salariales de los docentes, 

- Elevar los niveles de dirección. 

Acción que requeriría, entre otros aspectos, activar los Consejo Educativos en todas las instituciones, poniendo en práctica la resolución 058 que instituye al Consejo Educativo como la máxima instancia de participación y deliberación y toma de decisiones del ámbito escolar.

- Mejorar las Condiciones Materiales y Morales de los Educadores.

 


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Aquileo Narvaez Martínez


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