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Comparto la tesis que establece que Burocracia y Burocratismo no es lo mismo. La Burocracia es necesaria metodológicamente para ordenar y para dar cumplimento a las metas; La aplicación incorrecta de la burocracia lleva al burocratismo y por ello confundirlas en el habla cotidiana.El Burocratismo retarda la respuesta mediante trámites excesivos y una cantidad exagerada de funcionarios (as) que sólo alimentan la práctica burócrata, con la finalidad de seguir manteniendo las estructuras atomatizadas por un sin fin de funcionarios (as) ganados (as) a la holgazanería y al cumplimiento de horarios establecidos.
Para que la burocracia no degenere en burocratismo, debemos actuar dentro de la Administración pública con personal técnico idóneo, capacitado en permanente actualización, responsable y “mentalizado” para servir al ciudadano, a la comunidad, evitando así los problemas de la gestión pública, como la lentitud con que se realizan los trámites administrativos y demás actividades humanas.
Por otro lado, cada nuevo procedimiento se constituye en un nuevo elemento que alimenta la corrupción considerando que los ciudadanos y ciudadanas por ver solución a sus requerimientos se debe ver envuelto en prácticas clientelares. A Dios gracias en organismos donde lo precitado era la regla como el Saime, el INTTT; entre otros los procesos de automatización han ido acabando con la práctica de que por una cédula, una partida de nacimiento, un RIF, una licencia, un certificado médico, por solo citar algunos, los ciudadanos (as) paguen sumas considerables a los mal llamados gestores (as), sin embargo, aún falta camino por recorrer y el burócrata sigue dando pie a que los gestores y gestoras sigan sacándole provecho a su ineptitud.
Urge, es necesario, es importante facilitar los procesos y procedimientos en los entes de la Administración Pública de manera automatizada para quien lo pueda hacer y dar cumplimiento a la ley de simplificación de trámites administrativos para el ciudadano o ciudadana que no esté preparado para la automatización, a fin de dar respuestas rápidas a las solicitudes de los particulares, pero el burocratismo como dice el Ché, “es la cadena del tipo de funcionario que quiere resolver de cualquier manera sus problemas, chocando una y otra vez contra el orden establecido, sin dar con la solución. Por lo tanto, es frecuente observar cómo la única salida encontrada por un buen número de funcionarios (as) es el solicitar más personal para realizar una tarea cuya fácil solución sólo exige un poco de lógica, creando nuevas causas para el papeleo innecesario”, de allí los elefantes blancos que observamos en una gran cantidad de entes ministeriales que vienen de la Cuarta y siguen prevaleciendo en la Quinta.
Hemos avanzado y mucho, eso no lo puede negar ni el más recalcitrante defensor de la derecha, pero todavía existen funcionarios y funcionarias no servidores ni servidoras encajonados y encajonadas en las viejas estructuras administrativas y resistiéndose fuertemente a la automatización de los procesos, considerando que dichos procesos minimizan cada vez más el crecimiento de las estructuras burócratas que otrora reinaba en la Administración Pública.
Se hace necesario cambiar la estructura mental del burócrata y vuelvo a citar al Ché: “debemos desarrollar con
empeño un trabajo político para liquidar las faltas de motivaciones internas, es decir, la falta de claridadpolítica, que se traduce en una falta de ejecutividad. Los caminos son: la educación continuada mediante la explicación concreta de las tareas, mediante la inculcación del interés a los empleados administrativos por su trabajo concreto, mediante el ejemplo de los trabajadores de vanguardia, por una parte, y las medidas drásticas de eliminar al parásito, ya sea el que esconde en su actitud una enemistad profunda
hacia la sociedad socialista o al que está irremediablemente reñido con el trabajo”. Importa además, que en cada región, en cada estado se den respuestas a las necesidades y peticiones de los individuos, evitando así la concentración de respuestas a nivel de las ciudades principales del País. La conciencia política dentro del seno de las comunidades, permite el rechazo consiente por parte de la población a las prácticas clientelares, corruptas y burocráticas haciendo valer sus derechos como sujetos activos de cambios, exigiendo cada día más respuestas concretas por parte de los dirigentes gubernamentales.
El burócrata o la burócrata en la administración pública es fácil de identificar, es quien desarrolla sus horas laborales bajo un desempeño ineficiente, a quien le importa un bledo los costos elevados que el estado debe desembolsar por sus acciones ineficientes, es el reposero permanente, es aquel que mes a mes, año tras año presenta un bajo rendimiento en sus funciones y actividades y por supuesto si llega alguien a osar cambiar su burocratismo y señalar o precisar al burócrata se desprende la resistencia con tal de mantener la flojera, el despilfarro y la corrupción.
Bajo lo dicho elevo las siguientes preguntas: ¿Cuál es la realidad en cada una de nuestras instituciones?; ¿Cuál es la prioridad transformar o reformar?; ¿Estamos avanzando al ritmo que se requiere en la cruzada contra el burocratismo, la ineficiencia y la corrupción?; ¿Existen ataduras?...
Finalizo con una de las tantas consideraciones de nuestro Comandante eterno: ´´Tiene que haber más eficiencia y menos burocratismo. Ha habido falta de seguimiento de los proyectos. Tengo que inyectar más voluntad a quienes me acompañan en el trabajo´´….
Chávez te lo juro… La derecha apátrida más nunca volverá!!!
NO A LA IMPUNIDAD…CARCEL PARA CAPRILES YA…!!!
Besta67@hotmail.com