La decisión soberana del ejecutivo nacional, un procedimiento común como lo es la designación, vía Gaceta Oficial, de nuevos responsables en la dirección de una institución pública, en este caso un centro productivo de Propiedad PÚBLICA, por ende de todos los venezolanos, se inicio toda una alharaca cuyo fin sin duda era revertir tal decisión.
Esa alharaca, término correcto a lo realmente sucedido, no podemos hablar ni siquiera de conflicto laboral, fue dirigida por el gerente saliente a través de su instrumento de choque mal llamado “consejo de trabajadores”, que sin duda atrajo con un discurso demagógico y manipulador a compañeras y compañeros de buena fe en defender intereses ajenos a su misma condición de clase. A continuación desmontaremos la manipulación del supuesto control obrero y los atropellos:
¿Control Obrero en Industrias Diana?
Esta condición organizativa requiere importantes avances en niveles de consciencia de la fuerza trabajadora para el manejo y planificación de los procesos productivos, administrativos, financieros y de distribución. Ahora bien, las iniciativas que se dieron en el seno de la empresa para ese fin fueron marginadas, incluso con trabajadores despedidos y acosados a través de sanciones por parte de la gerencia y su grupo de choque (conformado por allegados y familiares) cuyo fin era neutralizar toda opinión o propuesta alternativa. Un “consejo de trabajadores” que sin denigrar a compañeros valiosos que forman parte de ese espacio “ornamental” su principal función es de espectadores ante los procesos descritos inicialmente, condición principal para una experiencia de participación directa de los obreros en la dirección de la fabrica.
¿Acaso pasa por el visto bueno u aprobación de los trabajadores las contratas en la diversidad de servicios que requiere la empresa? ¿Acaso conocen y participan (sólo en operativos de cierta frecuencia, no representa el grueso de las ventas) el proceso de distribución y comercialización donde buena parte de nuestro aceite para el mercado especulativo? ¿Acaso existe un ente contralor a lo interna de la empresa dirigido por los trabajadores para velar por la correcta practica administrativa? ¿Acaso existe una dirección amplia con participación obrera para definir políticas de inversiones y financiamiento en proyectos a lo interno y externo de la empresa? ¿Los trabajadores tienen acceso a los balances financieros, ingresos resultado de su fuerza de trabajo? ¿Para que las decisiones en el ámbito productivo-financiero tengan aprobación definitiva es condición el visto bueno de los trabajadores? La respuesta es un rotundo NO. El control obrero en Industrias Diana es un espejismo, un gran pote de humo, muy bien publicitado por la ex gerencia a través de un discurso pseudorevolucionario durante su gestión en medios gubernamentales que enamoró y engaño a mas de unos.
Sin duda la empresa posee unas buenas condiciones y potencial productivo importante, que gracias a los TRABAJADORES y el GOBIERNO BOLIVARIANO ha venido en ascenso desde la nacionalización. Corrimos con la suerte de estar en mejores condiciones operativas (a pesar del gran deterioro productivo y laboral que dejo la gestión privada) en comparación con otras empresas hermanas nacionalizadas que prácticamente fueron desvalijadas por los capitalistas, por ende su proceso de recuperación es mucho mas lento pero muy ricas en experiencia de organización obrera, casos INVEVAL, INVEPAL, INVETUBOS, GRUPO PRO, Rialca, Alucasa, La Gaviota, entre otras.
¿Conflicto Obrero en Industrias Diana? ¿Anti-Patronal o Patronal?
En el estado Carabobo sabemos muy bien lo que significa un Conflicto Laboral con dosis de Represión, desde el sector privado y el público (Caso Petrocasa) su principal característica es la lucha Anti-Patronal, donde es tocado agresivamente los intereses de clases de los trabajadores, desde violación de convenciones colectivas, criminalización de lucha y organización sindical, despidos masivos, etc. Todas aquellas acciones de los representantes de la Burguesía para someter y oprimir en peores condiciones de explotación a la clase trabajadora.
Me pregunto, ¿Éste es el caso de la situación de Industrias Diana? Realmente NO.
Otro aspecto que siempre acompaña un autentico conflicto laboral es sin duda la solidaridad, la situación presente en Diana se quedo como un hecho aislado, el movimiento sindical regional, colectivos de luchas obreras, e incluso compañeros de otras fabricas filiales no han expresado algún tipo de anuncio, la razón es simple, No existe ningún acción por parte del Estado a la masa trabajadora que violente sus derechos, solo se hizo un cambio de gerencia, ¿o acaso esos puestos son eternos?, o ¿esta estipulado en la ley que el Estado debe consultar con los trabajadores de una empresa pública la designación de ese tipo de cargos? Cada quien con su papel, el Estado coloca su representante y los trabajadores organizados a la medida que los niveles de consciencia aumentan ante el rol histórico que nos toca jugar en la construcción del socialismo nuestra participación tendrá que ser más determinante en la conducción de la gestión económica.
Con estas reflexiones quiero acotar lo que realmente ocurre en Industrias Diana es una alharaca, un gran grupo de amigos (algunos con intereses...) que no desean la partida del antiguo gerente, es penoso decir esto, la irresponsabilidad de ese compañero de crear una situación caótica para eternizarse y seguir sin duda lucrando su entorno o tribu a través de un bien de la nación y a costa de miles de trabajadores.
Trabajadora de Industrias Diana
nata.bello200@hotmail.com