Humor y Rebeldía

Mas de un estribo en los artículos que a diario leo señalan
(auto-proclaman), o cantan, que el autor es un rebelde: "Rebelde
siempre" "Rebelde consecuente" "toda una vida, estaría
rebelde..." "Rebelde Supelvelde".

Rebelarse en contra de la injusticia, venga de donde venga, es
un acto de humanidad, y es, como decía Guevara, a riesgo de parecer
cursi, un acto de amor. La rebeldía tiene mucho de entrega. Todo
aquel que se rebela le entra de frentón al juego de dados: puede
perder la mano, o puede ganarse a Rosalinda. Sin embargo, no todo
aquel que forma zafarrancho es rebelde. Al igual que no todo el que
dice un chiste es humorista. La rebeldía es buen humor y el humor es
franca rebeldía.

Se rebela uno contra el poder. Usa uno el humor en contra del
poder. Lo jodido esta en identificar que es el poder, y quien lo
representa; y mas jodido aun es conseguirle la yugular al poder para
arrancársela de un mordisco. Es por eso que la lucha contra le poder
es larga, y es por eso que hay que aligerar la carga. Todo aquel que
ahora, septiembre del 2005, estorba tiene par de caminos: 1) bajarse
de la mula (acción que nada que tiene que ver con pago de sobornos)
o 2) dejar que el vaqueano arree y confiar en la experiencia del
vaqueano.

Una persona que use su inteligencia y su humor para hacer guasa
de la Revolución Bolivariana, deja de ser humorista para pasar a
formar parte de las hordas de payasos que han contribuido a que los
poderosos no se mojen la rabadilla defendiendo sus intereses. El
poderoso paga para que alguien se los defiendan (¡¡¡épale
Laureano!!!). Un rebelde que use su pasión y su arrojo para atacar a
la Revolución Bolivariana, deja de ser rebelde para pasar a ser un
despojo. Versos sin esfuerzo.

La Revolución Bolivariana y su líder, aun con toda esa carga de
defectos que las doñitas del Oeste (dicho sin distingo de genero) se
regodean en magnificar mientras se dicen bolivarianas, esta
devolviéndole poco a poco al mundo una esperanza que muchos creyeron
perdida. Es por eso, y no más que por eso, que la Revolución
Bolivariana y su líder no pueden ser tratados por rebeldes y
humoristas como el blanco de su artillería. Es ridículo tratar de
acabar con la Revolución Bolivariana, y reducir a cenizas al líder,
pensando que se esta haciendo un acto heroico de rebeldía contra le
poder. O que se están defendiendo los principios mas preciados. Es
ridículo porque, pónganlo como lo pongan, úsense los sistemas de
referencias que se usen, el poder que nos oprime y contra el que
tenemos décadas luchando no tiene su origen en Miraflores. Aquí les
va una "reflexión" por teléfono. Tómenlo como ustedes quieran, pero
con hielo y soda seguro les ayuda a pasar el tarugo que tienen en el
esófago desde el jueves 22:

Que todo aquel que tenga ojos...

¡¡¡Que los pele!!!, que algo queda...


¡HUGO PARA TODOS Y TODOS PARA HUGO!
¡LA TRINCHERA SÓLO TIENE DOS LADOS.!


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3258 veces.



Manuel Brito


Visite el perfil de Manuel Brito para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas