A Christian Van der Dys, al Presidente Chávez, a Walter y a quien pueda interesar:

Van der Dys: A tu pregunta: "¿están seguros de que Walter se merece este trato?" Mi respuesta es un NO de la altura de nuestro Pico Bolívar.

No, porque a los valientes no se les humilla con tratamientos subalternos como el denigrar de su origen y de su personalidad. No se trata de defender asuntos sobre los que no sé; pues quienes saben, si es que saben nos mantienen sumergidos en indebida ignorancia, ignorando que para con nosotros los verdaderos protagonistas y defensores del Proceso de cambio que experimenta la República se deben todas las explicaciones necesarias y urgentes.

Este asunto me hace traer a colocación la deuda moral y de justicia: DANILO ANDERSON, quien al parecer fue otro prescindible. ¿A quiénes les proporcionó dividendos la aniquilación física y moral del denominado Fiscal valiente, a quiénes y por qué? ¿Tampoco tenemos derecho a saberlo y el Estado la obligación de decírnoslo y de administrar justicia?, ¿fue un vulgar ajuste de cuentas?, ¿fue una venganza de la oligarquía criolla? o ¿fue una clara y abierta violación de derechos humanos?

¿Por qué tanta ambigüedad para enfrentar con pantalones largos la verdad y solamente la verdad?

Yo y cientos como yo, seguimos escribiendo sobre este asunto porque no aceptamos las medias versiones que nos hacen advertir que pueden ser medias verdades o medias mentiras que coliden de manera estruendosa con el avanzado articulado que engalana nuestra Carta Magna dedicado a los Indivisibles e interdependientes Derechos Humanos. Amén de que no podemos permitir en tiempos de Revolución que el Libro de Todos en esta materia, ni en ninguna otra, se vuelva letra muerta como sucedió con La Moribunda.

Por otra parte, me preocupa la subestimación mediática que se está haciendo al caso de Walter; pues es altamente desfavorecedora. Parecen olvidar los especialistas en medios comunicacionales que la TELEVISIÓN ES UN PODER per se, y que desde que un aparato que la transmite está en cada hogar venezolano, allí se encuentra clavado el bien y el mal, y sólo el Pueblo bien informado y bien cultivado decide lo que a su entender le conviene, sólo Él puede establecer la diferencia, descifrar y valorar desde su subconsciente las imágenes audiovisuales que llevan claves que logran moverle el piso como: “Por ahora”, “Ya estoy harto…”, “Si yo hablara…”, y que sin duda no debemos desestimarlas, pues una de ellas cambió el RUMBO DE LA HISTORIA. De allí se desprende para todos la necesidad imperiosa de comportarnos inteligentemente ante cualquier situación mediática que se nos presente en los medios de comunicación del Estado venezolano.

Recordemos que en 1978, el Pueblo harto de la corrupción que hizo que las diferencias sociales se acentuaran a pesar de la bonanza petrolera, sumergiéndolo cada vez más en pobreza que para miles se transformó en pobreza crítica, estuvo a punto de irse tras de uno de los hombres más mediáticos en nuestra historia televisiva: Renny Ottolina , un hombre que nunca jamás representó ni al marxismo, ni al socialismo y hablaba pestes de la Revolución Cubana.

Pero qué movía a las masas en aquel tiempo con las promesas de acabar con los indignos manejos que hacía el Estado con los dineros públicos y la de educar al Pueblo a través de una televisión que elevara la intelectualidad en las masas. Quien tenga a mano algunos de sus escritos sobre su promesa electoral, allí hallará estas propuestas.

Renny no hablaba de los desaparecidos, de los torturados, de los lanzados desde aviones por oponerse al puntofijismo para acabar con toda semilla revolucionaria. Eso para él, al parecer no formaba parte importante de su discurso, la limpieza o eliminación del aparato represor no era piedra angular o quid en los cambios radicales que debía experimentar la Patria. Tanto no le parecía que no intuyó que su candidatura era de altísima peligrosidad para el estamento adeco-copeyano instaurado en Venezuela. Y nunca imaginó que sería uno más de los que esa plaga maligna que nos azotó por más de 40 años iba a cobrar para quitarlo del camino como quitó a miles de nuestros caídos.

¿Qué quiero decir con todo esto? Que la televisión enseñó a amar y a seguir a ese hombre que no comulgaba con las ideas de izquierda; representaba los intereses del capitalismo con observaciones que si bien pretendían mejorar al ciudadano desde su óptica neoliberal jamás fueron ideas que tocarán en profundidad, la raíz y el origen de la desigualdad social.

Después de 25 años de muerto, aún se le mantiene vivo por cualquier cantidad de razones que la televisión con sus mecanismos logró introducir en las mentes de muchos venezolanos, que de no haber sido asesinado, se hubieran ido tras sus banderas que prometían la lucha contra los corruptos. A Renny le costó años ganarse la confianza y el afecto de un sinnúmero de usuarios, en aquellos tiempos, televidentes, y por siempre parte del Pueblo.

A nuestro Comandante y Presidente le costó menos de 2 minutos el 4 de Febrero, DÍA DE LA DIGNIDAD, cuando en aras de la Paz y evitar mayor derramamiento de sangre, asume la responsabilidad de la intentona. Y ese día, vuelve la Televisión a entregarle poder a otro Hombre: al Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, quien con su arrojo y sinceridad recoge todas las banderas del Pueblo irredento con su histórico "Por ahora". Y desde ese día andamos con él en el alma y en la mente, juntos en este amor revolucionario.

Y a Walter Martínez también le ha costado años conseguir el respeto y la admiración que hoy le manifiesta en gran medida muchísimos venezolanos, sobre todo nosotros los Bolivarianos que hemos visto en este venezolano su resteo con la Revolución Bolivariana, su decidido antiimperialismo, su entrega pedagógica para preparar al pueblo en política internacional y hacerle comprender que el GRAN Y ÚNICO ENEMIGO es el IMPERIALISMO NORTEAMERICANO, sin dejar de prevenirnos que el imperialismo también está y se expresa desde el resto de los otros países llamados del primer mundo. Imperialismo que tiene dentro de nuestras filas muchas Boínas Rosadas jugando al Chavismo sin Chávez; y que deben tener mucho peso, pues salen ilesos ante cualquier advertencia; y los que advierten salen molidos y como dices tú, Christian, "arrollados y dejados en la cuneta"

A quien pueda interesar: Si no hay evidencias que comprueben que Él, Walter Martínez, maneja una agenda oculta para golpear el Proceso, la Historia no perdonará su asesinato moral como no perdonará que no se administre Justicia en el caso de Danilo Anderson, cómo lloramos a este Fiscal, cómo lo acompañamos en masa hasta su última morada. Porque así somos cuando amamos desde la mente y el corazón y cuando sentimos herida a la Patria: somos reconocimiento, entrega, lealtad y solidaridad. Cuando entregamos nuestra Fe es algo fundamental en la propia existencia y es esa FE la que ahora sentimos peligrosamente vulnerada.

A quien pueda interesar , valore lo que está sucediendo en torno a este hombre que se puso de nuestro lado para entregar con pasión sus saberes, sus interpretaciones sobre el acontecer mundial y prepararnos en esa materia con sencillez aún poseyendo esa personalidad fuerte que transmite, pues es parte de su singularidad.

Al Presidente Chávez: Comandante, entre Ud., y Walter Martínez hay alianza estratégica para la seguridad del Proceso revolucionario; ambos maestros se han conjugado después del Golpe de Estado para empoderar al Pueblo Heroico de más y más consciencia revolucionaria. Cada uno haciéndolo desde sus posiciones, con sus respectivas metódicas y entrega patriótica sinigual. Ese hombre es invalorable para el Proceso, sólo Ud, tiene en sus manos el poder para revertir esta infeliz situación o para definirla con todas las letras que merecemos los que más de una vez hemos demostrado que somos combatientes, leales y prestos cuando el Proceso y su vida han estado en máxima peligrosidad.

Presidente, no quiero escribirlo..., pero no deje que algunos apaguen la luz, cierren las ventanas y..., el Pueblo no tolera las injusticias y la GRAN LLAGA que Walter tocó es la misma por la que UD y NOSOTROS abordamos juntos el Barco de la Revolución Bonita: el combate sin tregua, sin desmayo y a muerte para erradicar uno de los grandes pecados capitales que vulnera a la Humanidad y levanta a los Pueblos: La corrupción.

Y a ti Walter : Mis respetos, espero que pronto bajen las aguas y que nuestro gran Director el Comandante de esta Revolución con su querida presencia "disponga de las cámaras" para enderezar este lamentable entuerto como sólo Chávez puede y sabrá hacerlo.

Zulay Farías M.-
miunicorniosiempreazulyahoo.es