Comunicación con el pueblo vs. Revolución de panfleto

Imagínense ustedes a una chica de 23 años, de nacionalidad venezolana, nacida en Caricuao. Agréguenle ustedes que es alta y hermosa y pónganle ahí que esa muchacha llamada Daniela tenga como "lengua materna", en el sentido estricto de la frase, el japonés. Para Daniela, el español es un idioma que aprendió de oído, y que comenzó a estudiar formalmente a nivel universitario. Hasta aquí no hay sorpresas.

Ahora sintonicemos VTV, con su nueva y vapuleada imagen. Reposición del programa "Aló Presidente". Quien escucha es esa muchacha llamada Daniela; como ya dijimos, un lince en el idioma de Yasunari Kawabata pero todavía pataruca en el idioma de Cervantes. Ha trascurrido apenas media hora y dice con sorpresa:”¡¡¡Al presidente Chávez se le entiende todo clarito!!!". Sonrisas de parte y parte. ¡Ha hablado el pueblo!

Daniela es pueblo. Daniela en sus rudimentos de la lengua y de formación política, en su casi total ignorancia de economía petrolera y monetaria (porque no es su especialidad...), entiende a Chávez y entiende a la revolución que propone Chávez. No hemos arado en el mar. ¡Ha hablado el pueblo!

Esa es la verdadera Venezuela. La que hay que ir cultivando en lo cultural y en lo político. Enseña también este pueblo representado por Daniela, la de Caricuao, mi estimado amigo vanguardista, que no se puede hablar por hablar, y escribir por escribir, quemando cuartilla tras cuartilla, en representación de un pueblo con el que no somos capaces de comunicarnos, ni de entender, ni siquiera honestamente "acompañar en su justas luchas". Cuartilla de cuartillas de una revolución en abstracto, gloriosa, absoluta, llena de mártires, de confrontación total, en representación de un pueblo que no se siente representado por ese tejemaneje y esa verborrea revolucionaria de panfleto. ¿Es sabio el pueblo? ¿ó no?

Críticas descarnadas a la política petrolera o monetaria (¡a todas las políticas!) hecha por ingenieros (que no es su especialidad...) que nunca han comprado medio kilo de pulpa negra para hacer bisté -porque tiene menos pellejo y se aprovecha mejor-; o que no saben que el lagarto con hueso, no es lagarto y se usa para sopa. Esta gente pretende hacerle ver al pueblo que ese Chávez (y su equipo de trabajo) que se comunica con ellos, que oye sus reclamos, que les inocula bríos y entusiasmo no es necesario en una "verdadera" y gloriosa revolución.

La revolución es como ustedes dicen, estimados amigos vanguardistas, y sólo como ustedes dicen, con las pautas que ustedes dicen, y es por eso que tenemos siglo y medio esperando a que ustedes, con sus infalibles métodos, nos traigan El Paraíso perdido, con todo y estatua de la India (¿para tumbarla?).

Tenia razón Simón Rodríguez cuando nos increpaba como pueblo: "Inventamos o erramos". Lo que no quieren entender los revolucionarios "verdaderos" es que don Simón andaba con un bate 44 para darle en la cabeza al que erraba mas de 2 veces en la misma vaina y no inventaba nada bueno que fuese en beneficio tangible de los pueblos que dicen "acompañar" y representar. En el continente ya han errado dos veces desde que yo nací: Chile y Nicaragua.


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Manuel Brito


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