En Salamanca nos vemos. No hubo sede más castiza, más culta y más universal en el siglo de las “luces” español. Desde ella se oteaba todo el mundo conocido y el nuevo que se avecinaba bajo el dominio de Hispania. Ahora, la prensa española dice lo que se esconde tras la sonrisa de la”Giocondo”, nuevo apodo de Rodríguez Zapatero, lo que no es chanza.
Moratinos ha dicho en castellano, sin lugar a dudas, que los Estados Unidos parece haber comprendido el por qué del acercamiento de España con América hispana y en particular con Venezuela. Como si los Republicanos en sus posturas fueran sólo tiradores al blanco, o guapetones de barrio. Agregaba Moratinos el otro día con esa untuosa simpatía que despliega en sus aproximaciones amigables, que la clave reside en que España tiene ahora una relación “estructural” con Iberoamérica. Por esto, llegó la hora de crear una Secretaría a la Cumbre y de común acuerdo con Vicente Fox y, por supuesto, con el PSOE en acción, sin solución de continuidad con la política de Aznar, del capital financiero y petrolero español y quizás también francés…y, se me olvidaba, hacerle la segunda a la Casa Blanca bajo una nueva fórmula: el Neo imperio hispánico en América. Hay y habrá contradicciones, pero ¿hacia donde las llevan? que México y España se proponen revivir y mostrar al pueblo de los Quijotes, en la propia Salamanca, una política exterior común. ¿Pero cómo será eso? A la cabeza España y Portugal, y México de palafrenero de la Comunidad Iberoamericana así como Chile de la Comunidad de las Democracias?.
Aparecen las alertas. Se habla de que los aguafiestas, Fidel Castro y Hugo Chávez Frías, que saben muy bien de los proyectos que florecieron a fines del siglo XVIII para mantener ensillada a la América revuelta de los Comuneros del Socorro de los tugurios de Quito y de los insumisos indígenas del altiplano, y también de las maniobras de los liberales españoles hacia 1820 que trataron de echar el lazo otra vez, cuando apenas despuntaba la República de Colombia en Angostura. El Vicepresidente, neogranadino, Francisco Antonio Zea, transformado en diplomático de ocasión, mordió el anzuelo gozoso en Madrid, mientras el Libertador desde su Cuartel General en Trujillo, en vísperas del encuentro de Santa Ana, reiteraba hasta la saciedad “soberanía” y más “soberanía”, irrenunciable. ¡Ojo de garza, pues! El aliento de los procesos de integración que estamos armando desde las entrañas de un pueblo en vigilia, no puede extraviarse en los atajos y celadas del neoliberalismo de la Europa subpirenaica donde también, acecha el Imperio. Para distraer la atención, la prensa española, dice que el problema conflictivo principal que llevan Castro y Chávez a la Cumbre es una condena a los Estados Unidos por la negativa de extradición a Posada Carriles, mientras en Madrid el 12 de octubre desfilaron tropas venezolanas, al decir también del diario madrileño ¿Qué significa esto?.
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