¿Se fue Maduro?
El opositor ejecutivo se estiró en la cama, apartó las lagañas y preguntó a su no menos disociada cónyugue: ¿Ya se fue Maduro? Era 9 de diciembre y esa había sido la promesa de la cúpula opositora. La furiosa mujer no respondió. Le prendió el televisor y allí estaba un triunfante Nicolás Maduro. ¡Quéeee, perdimos el plebiscito?, exclamó el sorprendido ejecutivo, antes de caer cuan largo era. La esposa lo miró y le gritó: ¡Sí, perdimos el plebiscito, la apuesta y las esperanzas hasta el 2019; sigue desmayado.
Paz intestina
Siquitrillado por opositores que batallan por la botella vacía, Capriles riposta que si no se echa la campaña encima, no obtienen el glorioso 22% de las alcaldías. Poleo le escupe que la tontería fue plantear las elecciones como un plebiscito. ¿Lo llamó tonto? López, aunque él tampoco lo hizo, le pasa factura por no defender la victoria del 14A. ¿Lo llamó rajado? Pronto desaparecerán los eufemismos y, en lugar de mediadores, tendrán que llamar a la Cruz Roja Internacional.
Kerrys chiste
John Kerry me recuerda al Jerry Lewis de mi adolescencia en technicolor. El secretario de Estado gringo reconoce que las elecciones del 8D fueron limpias y cumplieron los estándares internacionales, pero tuvieron algunas fallas, por ejemplo, que Capriles no ganó. Es la cuarta vez en 14 meses que ocurre la misma falla, el hombre no pega una. Si el proceso fue limpio según Kerry, el problema ha de estar en los electores o en el pupilo escogido, que no llena los estándares.
Ventajistas
El llantén del ventajismo oficial busca ocultar el mediático a favor de la derecha. Este no sólo fue durante la campaña, sino que inaugura algo insólito: el ventajismo post-electoral. Los medios insisten en que la MUD ganó porque sacó más votos de calidad, triunfó en las cuatro capitales decentes y, aunque la barrieron en número de concejales en el país, sacó más en El Hatillo. La campaña post electoral es tal que un viejo chavista preguntó: ¿Por fin, quién ganó la vaina?
Burla y mueca
Los teóricos de la derecha aconsejaron burlarse de la consigna Chávez vive y de la proclama Tenemos patria. El 8D vieron al chavismo vivito y coleando a Chávez, pues- y dándoles una pela en todo el país. Ante la escasez provocada por la burguesía acaparadora, inventaron la mofa: no hay papel toalé pero tenemos patria. Intentaban banalizar el legado del Comandante Invicto. El pueblo los calló el 8D y les dijo: Sí, tenemos patria y además vota y gana plebiscitos. La burla se les volvió mueca.
Antidiálogo
La derecha golpista está golpeada. El presidente Maduro cumplió su palabra y, pasado el 8D, convocó a los alcaldes y gobernadores de oposición a Miraflores. Las viudas políticas y mediáticas del 11-A hicieron lo imposible por boicotear la iniciativa. Triunfaron las voces de la paz y el encuentro se dio. Los apologistas de una infeliz navidad y un borrascoso 2014 ahora arremeten contra sus compañeros más sensatos. Como el paro de 2002, la guerra se les fue de las manos.
Capriles forfeit
Capriles se creyó en la oposición dueño del guante y la pelota, shortstop, cuarto bate y novio de la madrina. El presidente Maduro convocó a gobernadores y alcaldes opositores a un diálogo en Miraflores. Radonsky decidió sabotearlo y juró que con su ausencia el encuentro fracasaría. Se llevó el bate y la pelota pero el diálogo se dio. Confundió la política de paz con una caimanera. A sus cuatro derrotas electorales, le sumó otra peor: por forfeit y post electoral.
Golpe de paz
Los talibanes no se recuperan del golpe de paz que les propinó el presidente Maduro con su política de diálogo. La invitación a gobernadores y alcaldes de la MUD puso contra las cuerdas a los aventureros. Groguis, ordenaron a sus cagatintas descalificar el encuentro y decir que el apellido de Nicolás no es Maduro sino Maquiavelo, especie de genio del mal que embaucará a los pobres dirigentes de la Cuarta y sus derivados. Estos desvaríos son los daños colaterales de la paz.
Brujo amarillo
Como el verano a las golondrinas, diciembre alborota a las brujas, ¡Ave María Purísima! Por estos días, los medios se llenan de profecías y presagios que paran los pelos. A estos tarotistas se sumó, para sorpresa de la MUD, Capriles Radonski. El neo-hechicero anunció, por ABC de Madrid, que Maduro no terminará su mandato. El diario derechista tuvo un orgasmo astral. Parece que frente al acoso opositor a su liderazgo, Capriles busca la chamba de Adriana Azzi.
Perdedor tú
Los medios no pudieron convencer a los perdedores de que habían ganado el 8D, ni a los ganadores de que habían perdido. Confundieron a algunos hasta que se publicó el test para identificar a un derrotado. A este se le se conoce por repetir: El 8D no hubo vencidos ni vencedores. El país sigue polarizado. El número no importa, el voto de calidad está con nosotros. Somos dos mitades iguales, así una tenga el 76% y la otra el 22%. En ningún momento hablamos de plebiscito. Esto no se queda así.
Dame nombre
Hasta el 8D sus aduladores de Caracas y Miami lo llamaban Presidente Capriles. Las más patéticas y sublimadas lo abreviaban como: Presi Capri. Ya el 9D no sabían cómo nombrarlo. El plebiscito, hechura del propio Radonski, fue ganado de arrase por Maduro. El mismo CNE del 14A, le daba más de un millón de votos al chavismo sobre el escualidismo. Resultaba ridículo seguir llamándolo Presidente, mucho más con el meloso Presi Capri. Ahora se preguntan: ¿Pero qué nombre le pondremos?
Perdió Chávez
Los Che Guevara del boulevard disparan que el 8D ganó el Gobierno pero perdió la Revolución. Todo porque el municipio es ¡burgués! y no se eligió de una vez el Estado Comunal. Esto significa que en las 17 elecciones ganadas por Chávez, también perdió la Revolución. Estos Che del boulevard, cuando se instaure el Estado Comunal, cantarán su derrota porque todo Estado impide al pueblo ejercer el poder directo. Lo dicho: la enfermedad (ni tan) infantil del izquierdismo es autoinmune.
High Mercal
El Budare del Este es el equivalente a El Arepazo de Miami, donde cada bocado distancia al comensal de toda marginalidad. Descubrir ahora que sus condumios son preparados con productos de Mercal es un golpe sucio al hígado del orgullo escuálido. La high o la jay, como se burlaba el Aníbal Nazoa, está devastada, de muerte. Nadie entiende cómo los exclusivos clientes de El Budare no supieron distinguir entre la harina esa, Hecha en socialismo, y la exquisita que nos vende Lorencito Mendoza.