"Marcos Luna" es un nombre o seudónimo que irrumpió en las redes con un solo objetivo: defender a su ministro (eso es respetable). En Aporrea, un portal que hace años dejó de publicarme, colgaron un artículo mío que irritó a "Luna".
Me tilda –son sus argumentos- de bohemio, periodista y triste. Lo primero me provoca una dulce nostalgia, lo segundo me enorgullece y, lo tercero, es una percepción (también respetable). Otro de sus argumentos es que "burocrateo" para nivelar los gastos de mi casa. Lo hago, pues, muy mal porque sigo desnivelado.
Pero en fin, su ministro puede calzar en muchos aspectos de mi descripción, pero en otros ni de lejos. Aparte del saludo en algún acto, nunca he dialogado con señor tan distante. Si "Luna" lee bien, se dará cuenta de que su protegido sigue protegido de mi pluma. Reconozco, empero, que es un buen defensor.
Demasiado, diría yo.