"Plan E" o cómo derrocar "pacíficamente" a un Gobierno

Los canales desestabilizadores están recalentando sus motores, propagando e impulsando una “crisis” que no le corresponde, como lo quieren hacer ver, al Consejo Nacional Electoral, sino a los mismos partidos políticos pro imperialistas, cuyas propias encuestas han demostrado que no cuentan con ningún apoyo popular significativo.

A las 47 horas se les reventó su Golpe de Estado en Abril de 2002. Tampoco les funcionó su "Plan B", llevado a cabo en diciembre del mismo año - el Bárbaro Sabotaje Petrolero, el cual le costó 10 mil millones de dólares al país y con el cual pretendieron quebrantar la espina dorsal de la economía venezolana para así acabar con el gobierno de Chávez. "Plan C" - la insurrección Civil en forma de las guarimbas de 2004, en donde se podían apreciar a distinguidos miembros de la clase media-alta incendiar cauchos, tirar piedras y amontonar cuanta cosa podían para levantar barricadas callejeras - se extinguió por la indignación de sus propios vecindarios, y en su "Plan D" - el referéndum revocatorio para revocarle Definitivamente el mandato al presidente Chávez - se les salió el tiro por la culata, convirtiéndose aquél acto electoral en una rotunda reconfirmación del primer mandatario nacional.

Justo cuando parecía que finalmente se les habían acabado los planes para derrocar, como sea, al Gobierno Bolivariano del presidente Chávez, la oposición venezolana ha sacado de su mágico sombrero de copa otro plan más, el “Plan E”: saboteo a las Elecciones parlamentarias del 4 de diciembre. La decisión de los partidos políticos Acción Democrática, COPEI, Proyecto Venezuela y Primero Justicia, de retirarse del proceso electoral, calificado por algunos analistas como “suicidio político”, corresponde una vez más a intenciones desestabilizadoras, con fines de desacreditar ante la opinión pública internacional la democracia bolivariana y sus instituciones, para así justificar nuevas presiones y una eventual intervención del gran “campeón guardián de los derechos humanos y de la democracia del siglo XXI”, los Estados Unidos de Norteamérica.



Los canales de televisión privados están recalentando sus motores, propagando e impulsando una “crisis” que no le corresponde, como lo quieren hacer ver, al Consejo Nacional Electoral, sino a los mismos partidos políticos antes mencionados, cuyas propias encuestas han demostrado que no cuentan con ningún apoyo popular significativo. Desde ya, las elecciones parlamentarias a realizarse este 4 de diciembre se están tildando de “fraudulentas”, a pesar de que el máximo órgano electoral, el CNE, aceptó, entre otras cosas, que técnicos de la oposición auditaran las 27 mil máquinas de votar, que se efectuara una auditoría pública "en caliente" del 47% de las urnas electorales, y que se retiraran las máquinas “captahuellas” que registran la huella dactilar de cada votante para impedir que a una persona “se la invente” para votar varias veces en las mismas elecciones.

Al ver sus demandas cumplidas y quedarse sin argumentos, para un regreso -poco creíble- a su campaña de descrédito en contra del CNE, las dirigencias de los partidos políticos que adversan al gobierno de Hugo Chávez, han “optado”, bajo la dirección de Big Brother a través de su embajada en Caracas, por huir hacia delante y seguir el guión del “Plan E”: Boicot de elecciones. Ello para intentar obtener la desintegración del adversario político y con el propósito de que deje de funcionar el gobierno por falta de legitimidad formal. Así lo reza el punto E, “Métodos de No Cooperación Política” en una especie de manual para el derrocamiento no-violento de dictadores, que parece caerle como anillo al dedo a los saboteadores de oficio de la dirigencia de la oposición venezolana (con el detalle significativo de que el presidente Chávez no es precisamente un “dictador”, ni tampoco es la democracia participativa un “régimen autoritario” o represivo). Sus métodos esenciales son el rechazo a la autoridad elegida y la no-cooperación con el gobierno, comprendiendo toda una gama de acciones “no-violentas” que van desde el boicot de los cuerpos legislativos (ya notoriamente aplicado en contra de la Asamblea Nacional venezolana) hasta el boicot de elecciones y el saboteo de ministerios, agencias y otros organismos públicos. (Véase Gene Sharp, “Métodos de Acción Noviolenta”, disponible en forma comprimida en: www.noviolencia.org/publicaciones/metodos_sharp.pdf )

Sin embargo y detrás de la fachada “no-violenta” viene otra brutal arremetida contra el pueblo venezolano, como acaba de advertir el presidente Chávez en un acto de cancelación de deudas con los pensionados del Instituto Venezolano de Seguro Social, en el Palacio de Miraflores. Comentó el presidente, que desde Washington están empeñados en detener la marcha de Venezuela, que es la marcha de la integración solidaria y complementaria de la América Latina toda, y que después del fracaso del gobierno estadounidense en la pasada Cumbre de las Américas en Mar del Plata, en su propósito de revivir la receta norteamericana del libre comercio, se ha activado una nueva conspiración en contra del gobierno y pueblo venezolano. También aseveró que tiene pruebas de cómo se está moviendo en este momento la CIA, en Venezuela, el Caribe y otros países de América Latina, y no descarta un intento de magnicidio en contra de su persona. Igualmente comentó que hay muchos movimientos de personajes conocidos de la oposición, que estuvieron involucrados en el golpe de estado de 2002, y que han estado viajando hacia Washington últimamente, y también a Roma, quizás buscando la bendición del máximo representante de la Iglesia Católica para su próxima aventura golpista.

Así que estamos nuevamente ante una situación de máxima alerta en Venezuela, por la actuación desestabilizadora de la dirigencia opositora, quienes, en conjunto con la actuación de factores foráneos, tratan de abrirle nuevamente la puerta a una situación violenta e inconstitucional. Las fuerzas políticas que apoyan al presidente Chávez, junto a la mayoría del pueblo venezolano, ciertamente no disponen de ningún manual para poder contrarrestar a esta nueva conspiración. Sin embargo y como lo ha demostrado la historia reciente de Venezuela, hecha en primer lugar por su pueblo, el actuar contrario a las expectativas del adversario y evitar caer en sus trampas, ha resultado ser un escudo poderoso, en contra del cual se han estrellado todos los planes golpistas. En esta misma dinámica, cabe mencionar también lo que ha señalado el presidente Chávez: “¡Mientras más nos atacan, más estamos acompañados en el mundo!”

http://www.adin-noticias.com.ar/jutta02.htm


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Jutta Schmitt / @din


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