Algunas opciones frente al golpe sostenido y continuado

El enemigo es muy sagaz, inteligente y hábil, y se debe empezar por reconocerlo como tal, no pensar nunca que es bruto, descuidado o improvisador. Son muchos los que participan en la elaboración de los planes y de las estrategias, en cuanto a la guerra mediática hay especialistas en la conducta humana, como sicólogos, siquiatras, publicistas, escritores, sociólogos, filósofos, entre otros y en cuanto al accionar están presentes expertos en guerras de cuarta generación. Y como se puede esperar, ellos no aparecen pero dan las líneas para que los otros actúen También  tenemos que considerar que los intereses económicos involucrados son muy altos, tal como el poder llevar el precio de la energía a los niveles que tenían antes de la llegada de Chávez al poder.

Esto hace interesante para quienes financian a los actores materiales de la desestabilización, en especial a los medios de penetración social, que otros llaman medios de comunicación, para que a pesar de tener muy disminuida su volumen de circulación en un caso y la audiencia en el otro, elaboraran los mensajes, en especial los encabezados y titulares de las noticias de la prensa escrita que luego leen los noticieros de los radios y la televisión que los escuchas no discriminan sino que fijan en su mente el titular, aunque el contenido de la información no se corresponda con el titular, y así el efecto se hace se fija y estas personas lo repiten con su posición personal a través de los correos y chats.

Frente a esto se requiere una labor de inteligencia y de contrainteligencia que permita conocer a profundidad a los actores principales, como los dueños de los medios, los redactores de editoriales y de las informaciones dirigidas a formar y deformar la imagen del gobierno y sus funcionarios, el poder económico que financia a los actores intelectuales, etc., a todos los que puedan ser la cima, el vértice de la pirámide y entonces dirigir las acciones de información que se tienen de ellos y que puede ser empleada en tribunales para tratar de desalentarlos de seguir participando y si no se logra actuar sobre ellos con pruebas contundentes e irrefutables en los tribunales.

Una segunda acción es estructurar un sólido equipo de profesionales de conocimiento y manejo de conducta humana convencidos y ganados para el proceso revolucionario, lo cual ya debió estructurarse hace años, para realizar una campaña que permita revertir4 el efecto causado por la guerra mediática, y permitir también que se pueda tener una inteligencia social que permita con precisión determinar que y quienes están actuando en el proceso de desestabilización. Entiendo que de esta disertación no debe ser necesaria,  pero, yo no creo en las brujas pero de que vuelan, vuelan



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Sigfredo Leal Levy


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