A troche y moche cortaron y desguazaron más de cinco mil árboles, estos guarimberos “pacíficos” llenos de paz, con sus sierras tronzadoras, que por cierto ni las tiene todo el mundo, ni la usan los estudiantes, ya que las famosas sierras de cadena son bien caras. Hay que saberlas usar, y no se corta un árbol centenario en 15 minutos sin ayuda. Vemos como esto ha sucedido a la vista del pueblo y de las autoridades, llamadas a poner el orden y evitar que esto sucediese y que continuara impunemente.
Las guarimbas siguen, en sus diferentes formas y modalidades, hoy tancaron la Avenida Francisco de Miranda con coloridas carpas, parecía aquello una playa o un camping, y las autoridades y el alcalde de Chaco, el Muchacho de la perinola, ¡viva la Pepa! Como si nada. ¿Qué les pasaría a estos zánganos si esto lo hicieran en España, o en Estados Unidos? No durarían ni media hora, acostados en el asfalto, a palos, pimienta, y gases a más de perdigones y balas plásticas, y además la cárcel fría e implacable.
En el caso United Estates, hasta te pueden acusar de terrorista. Ni los pobres perros callejeros de la patria se salvaron, cuando los agarran estos desalmados guarimberos, los echan vivos en sus parrillas humeantes y los queman vivos en un acto de salvaje aquelarre satánico. Otros nazis, quieren usarlos ya como bombas ambulantes. Lo peligroso de este juego mortal, es que llevamos mucho tiempo en esta guarandinga, son muchas las entidades quemadas desde Mercales, camiones, autobuses, CDI y Barrio Adentros, universidades y bibliotecas, nada se salva de la furia del infierno. Mientras el gobierno dialoga con la contraparte de estos violentos. La guarimba sigue y sigue, el país y su economía se desploma, eso es lo que persigue esta etapa del plan golpista, el derrumbe de nuestra precaria economía.
La paz no se negocia, se conquista. El tiempo que se agota en dialogar con estos señores de la industria, es tiempo perdido y corre contra la existencia misma de este proceso. Hay que dialogar sí, ¡hay que dialogar! pero con el pueblo revolucionario, con aquel pueblo de un 13 de abril, con ellos es que tiene el gobierno que dialogar si quiere salvar este proceso o lo que queda de el. No podemos mantener un país como el nuestro y su economía enfrentando a un golpe frío, bueno ni tan frío. Ni haciendo frente a guarimba tras guarimba, ni a trancas de calle una tras otra. Ni llamando al pueblo los unos y los otros a marchas y contra marchas. Horas perdidas, horas en trabajo constructivo y fructífero perdidas, a favor de la defensa de la paz cierto, pero en contra el crecimiento económico de la patria.
No debemos seguir llamando a paz, y a diálogo que los violentos no escuchan y sus cómplices se hacen los bolsas en las mesas. Se preguntaran ¿entonces que hacemos? No es fácil dialogar y menos hacer entrar en razón a quienes no quieren oír, y no les duele la patria. Con los guarimberos todo el peso de la ley y de la justicia. Eso mismo que hacen los países “democráticos” antes mencionados. Llamar al diálogo con el pueblo revolucionario.
Chávez mismo lo dijo en uno de sus discursos “yo soy un revolucionario extremista”, y dijo más “en todo revolucionario hay un anarquista”. De lo contrario no existiría un cuatro de febrero ni un trece de abril en nuestra historia. Que miedo tienen en el gobierno de avanzar y profundizar el socialismo. Esta es la única vía para salir triunfador de este atasco.
El diálogo de mudos, no será más que eso, entrega y más entrega de nuestra patria. De lo contrario el troche y moche, puede imponerse y al igual que cortaron a los buenos e indefensos árboles con sus guadañas, podrán mañana acabar con el proceso, y usar esas guadañas contra todos nosotros y nuestras propias familias como ya han hecho en otros países como México y Colombia. Donde los paracos y pandilleros a troche y moche las usan para cortan las cabezas de sus enemigos.