El imaginario de Hollywood todavía no ha llevado a la pantalla una obra que todavía no ha sido escrita y de la que todavía no tengo todos los datos necesarios para hacerla menos ficción de lo que parece.
Mi novela recula en el tiempo a los días en que el locutor estrella de Radio Rebelde, Ernesto Guevara de la Serna, transmitía desde la piscina de su pent-house -llena de nenas desnudas- en Fort Lauderdale. Un filtro cambiaba los griticos histéricos de las nalgo-pellizcadas nenas (esta es una versión para todo horario) por el ruido de grillos y
estática. Todo un teatro de rebeldía que fue vendido para ayudar en la limpieza de desafectos al imperio. Los rebeldes de todo el continente, rebeldes NATOS (y algunos UNESCOS), creían que había llegado el momento y... ZUACATA!, les cortaban la cabeza.
Desde esa época ya existía la "Universidad de Las Américas", una suerte de post grado de "Escuela de Las Américas" en donde se enseñaba algo más que torturar para asustar y para matar a los revoltosos. Revoltosos con pocos recursos y con una estrategia poco viable. Allí se enseñaba como infiltrar y destruir desde adentro los movimientos
populares, para atacar una vez llegado el previsible momento en que las naciones del "patio de atrás" comenzaran una lucha verdaderamente sincronizada y con recursos económicos suficientes. Una lucha que contrarrestaría efectivamente a los egresados de "la escuela" y sus acólitos. Los agentes de esa universidad entrarían a trabajar solo
en caso de que ese tiempo y ese escenario político llegase...
Generaciones de agentes egresados de esa Universidad están ahora en todas partes: Argentina, Venezuela, Brasil, Bolivia. La alarma sonó y la orden fue dada. La novela se llama: "La Rebelión que Aporrea a la Revolución". La termino de escribir en Enero del 2007.
¡¡¡De novela, musiu!!!, que algo queda...
