En este tiempo, cuando uno debería estar presentando un pan de jamón, una hallaca, un tucusito, tucusito, llévame a cortar las flores, Otrova Gomas lo invita a uno a presentar su libro Octavo Sentido.
Revisando la Enciclopedia Universal de Presentadores de Libros, para ver de quién me copiaba, me encontré con Urko Montoyen, un presentador que tenía como característica parar a su lado a los mesoneros con sus bandejas llenas de apetitosos pasapalos y desbordantes vasos de whisky. Así, a medida que presentaba el libro, el público asistente lo veía con la boca abierta y la lengua afuera, pidiéndole encarecidamente que terminara lo más pronto posible. Esa era una excusa para no hablar del libro que presentaba. Sin embargo, hay que decirlo, hoy no hay excusa para no hablar del libro de Otrova Gomas.
Yo conocí a Otrova Gomas en el piso tres de la Biblioteca de la Universidad Central de Venezuela. Allí, leyendo La Pava Macha, el semanario que dispara primero y averigua después, me encontré con unos textos distintos al enfrentamiento político que se vivía en aquellos años de 1962-1963.
Textos cotidianos. Intemporales.
También Otrova Gomas representaba a muchos personajes en un programa de radio, que se llamó Kung Fú de Noticias, allí, junto con Pedro León Zapata, Marianela Salazar y Augusto Hernández, participó en lo que para mí ha sido el mejor programa de humor que ha habido en la radio venezolana.
Con Pedro León Zapata y Augusto Hernández, participó en la Radio Rochela, en Radio Caracas Televisión. Allí tenía un espacio que se llamó El Tercer Hombre.
Ha sido un militante radical del humorismo: la fase superior de la inteligencia. Uno supo, gracias a Oscar Wilde, que el sexto sentido, es el sentido común, el menos común de todos los sentidos. Ahora, gracias a Otrova Gomas, uno sabe que el Octavo Sentido, es el sentido del humor, el más inteligente de todos los sentidos.
El humor es algo sin nombre.
Mucha gente ha intentado definir este género. Incluso, Pío Baroja decía que sabemos mucho de la luna que está tan lejos, y del humor que está tan cerca, no sabemos nada. Sin embargo, Otrova Gomas no lo define, pero nos da los ingredientes para ser un buen humorista:
Ser observador. Tener mucha organización creativa.
Y ser dedicado. Si cumplimos con estos ingredientes, a lo mejor logramos respirar el grato olor del éxito que cada vez que publica un libro, respira Otrova Gomas.