Yo, caminaré entre las piedras
hasta sentir el temblor,
en mis piernas
a veces tengo temor,
lo sé
a veces vergüenza
Estoy sentado en un cráter
desierto
sigo aguardando el temblor,
en mi cuerpo
nadie me vio partir,
lo sé,
nadie me espera
hay una grieta en mi corazón
un planeta con disolución
Sé que te encontraré en esas
ruinas ya no tendremos que
hablar (que hablar)
del temblor
te besaré en el temblor (lo sé)
será un buen momento
hay una grieta en mi corazón
un planeta con desilusión
el temblor (despiértame)
cuando pase el temblor
(despiértame) cuando pase
el temblor
(despiértame) cuando pase
el temblor…
La letra corresponde al sencillo Cuando pase el temblor, de la agrupación argentina Soda Stereo, el tercer track del álbum Nada Personal lanzado en el año 1985. Concebida por Gustavo Cerati, en septiembre de ese año acompañado en los coros y bajo de Héctor “Zeta” Bosio y Carlos Alberto Ficicchia “Charly Alberti” en la batería. El hit es considerado hoy por hoy uno de los grandes éxitos de la banda y de todos los tiempos de la historia del rock en español.
Paradójicamente, Cerati nunca hubiese imaginado, que como un misterioso presagio la pieza musical, entre líneas, narraría este último y triste episodio actual de su vida, luego que una mala jugada del destino le llevaría a sufrir un fatídico accidente cerebro vascular (ACV) que padeció el 15 de mayo de 2010.
Y que aún le mantiene en coma desde hace cuatro años, “sin avances notables de recuperación”, según el último parte médico referido por la junta médica al momento de escribir este artículo.
Como si se tratara de una serie de mensajes encriptados, fielmente sincronizados por los moldes del azar, esta pieza de significado enigmático y oscuro, al final encontró su argumento en el camino del exceso, esa delgada franja entre la cordura y el punto de no retorno que recorrió el cantante aquella dramática noche al final de su último concierto celebrado en Caracas, bajo el derroche, una vez más, del tabaco, las drogas y el alcohol.
Minutos después de bajarse del escenario de la Universidad Simón Bolívar en Caracas, el cantante se vio inesperadamente descompensado, El malestar evolucionó a un accidente cerebro vascular isquémico.
“Cerati internado, tras sufrir un accidente cerebrovascular: Luego de presentarse en la capital venezolana ...sufrió una ‘descompensación’ debido al estrés y el agotamiento”, citó una nota de prensa del diario argentino La Nación, fechada el 17 de mayo de 2010.
Gustavo permaneció entonces 23 días en Caracas, antes de ser trasladado en una aeroambulancia desde Maiquetía hasta Buenos Aires, el 7 de junio de 2010.
Al llegar a Argentina fue llevado a la clínica Fleni, donde fue recibido por sus familiares y seguidores. Aún no terminaba el artista la presentación de su último disco, Fuerza natural (2009). Venía de un intenso itinerario de conciertos en EEUU y Colombia solo tres días atrás. Cerati repentinamente, cayó rendido. Definitivamente los excesos se cobraron sus deudas.
Los médicos resaltaron el cigarrillo como un grave riesgo para su salud y sobre la noche del episodio la prensa local e internacional comentó que llegó a la clínica La Trinidad desvanecido, con restos de drogas, alcohol y medicamentos.
Alrededor de todo el continente se suman a una interminable cadena de oración a través de las redes sociales.
“Me considero un sobreviviente. Metí de todo y sigo forzando la máquina. Me he llenado de humo, me he llenado de algunas cosas y en algún momento he tenido que pegar ciertos cortes”, reflexionó Cerati hace unos años al ser interrogado sobre la muerte temprana de algunos mitos del rock y el pop.
Pero, a decir verdad estas conjeturas son solo casualidades del destino. Sin embargo, el artista de 55 años de edad y creador de éxitos como Persiana Americana y Música Ligera, temas emblemáticamente conocidos al rededor del mundo, contó a su madre Lilian Clark poco antes del accidente que estaba listo para descansar y cederle su lugar a su hijo Benito, quien también sigue sus pasos en el mundo de la música.
Sobre los excesos la revista Cromos de Colombia, en 2010, lo citó así : “En 2005 tuvo que suspender la presentación de su nuevo disco porque sufrió fuertes dolores e intensos calambres en una pierna. Le diagnosticaron trombosis y le recomendaron reposo absoluto.
En ese entonces se dijo que el estado de salud de Cerati era muy grave. El compositor se asustó: ‘Dejé de fumar de un día para otro. No era un factor de riesgo concreto para esta cuestión arterial, pero fumaba treinta cigarrillos diarios. Pude cortar sin parches ni caramelos ni nada para la ansiedad.
Tal vez trajo un par de kilos más... Fumaba desde los dieciocho años, pero el susto pudo más y dejé el pucho…’, confesó poco después a la revista Gente. Sin embargo, después de ese episodio, volvió al tabaco.
La ex modelo argentina María Vázquez le preguntó a Cerati en su programa de televisión a qué cosa le diría ‘chau’, Cerati contestó que a los cigarrillos. ‘Por ahora no puedo. Se acerca ese momento de todas maneras. Voy a mantener vicios. Es imposible no tener.
Cuando era chico tenía unos problemas en los pies y consulté a un médico y me dijo que tenía ‘patrón de marcha viciosa’. Nunca había escuchado y nunca más escuché una cosa así, pero me marcó de por vida’, se rió Cerati de sí mismo”.
La obra de Cerati trascendió el sinónimo de lo creativo. Me verás volver, es el último álbum grabado en vivo por Soda Stereo, que reúne los mejores temas tocados por la banda en su gira de reencuentro por toda América en el año 2007. Las presentaciones marcaron el retorno a los escenarios del trío rockero argentino después de 10 años de separación.
Los conciertos, lograron juntar en total a más de un millón de personas, promediando cerca de 45.000 espectadores por show. Las giras coincidieron con el reencuentro de otra legendaria banda, Héroes del Silencio.
El nombre de la gira fue una sátira a la letra de la canción La ciudad de la furia. Ya que se contrapone lo que versa la misma: Me verás caer/como un ave de presa/me veras caer / sobre terrazas desiertas / te desnudaré / por las calles azules / me refugiaré / antes que todos despierten / Me dejarás dormir al amanecer / entre tus piernas / entre tus piernas /sabrás ocultarme bien y desaparecer /entre la niebla / entre la niebla /un hombre alado extraña la tierra.
Hace poco mi hijo Marcos de tres años de edad me sorprendió. Yo estaba en mi casa escuchando Soda y de pronto lo encuentro tarareando la canción Signos, que pertenece al albúm homónimo (1986). Repetimos la pieza una y otra vez, la voz de Cerati, retumbaba en mis sienes, inmortal, clara, diáfana, misteriosa, todo público, y sobre todo nuestramericana.
Cerati es un vanguardista que abrió las puertas de la modernidad musical al sur del continente. Su música es considerada por los críticos como una referencia obligada del rock latinoamericano.
Sus letras compuestas al frente del trío y más allá como solista, están cargadas de un sentimiento de pesadumbre de excentricidades, pero sorprendentemente real, directo, que caló entre sus seguidores y nos llevó y sigue llevando a disfrutar la música, más allá de la moda.
Ahora en esta etapa, el artista va cargado en los brazos de la fiebre. Este nuevo periplo, halla su argumento en su nueva experiencia musical en otro plano, seguramente ese viaje a ninguna parte, ancle en un puerto seguro y Cerati logre despertar cuando pase el temblor.