Allí están nuevamente,
elementos de dominación,
exclusión y alienación.
Invisibilizando nuestros pueblos.
Indígenas, negros y pobres, no existen.
Corporaciones transnacionales de comunicación
al servicio de las minorías oligarcas,
¿Cuántas neuronas piensas absorber hoy?
¿Cuánto más hipnotizarás a nuestros hijos?
Que por su color y clase social
no caben en tu estatus de sociedad estereotipada.
Como una sustancia química volátil,
así tu maquinaria hace añicos a los pobres que
creyeron en tus mentiras.
Eres la elocuencia ensordecedora,
Retórica es tu discurso en nombre de la libertad.
Armas de dominación genocidas,
que idiotizan y utilizan el pensamiento universal.
censuran la irreverencia, la idea libertaria,
la verdad, con la subjetividad.
Tergiversan la información,mediante la practica
del terrorismo, para acabar con la historia de pueblos
e implantar su propia historia,
Acallan la matanza de indígenas y negros,
ocultan la demandas de las clases trabajadoras.
Indiferentes al dolor ajeno de los hombres,
oprimidos producto por la explotación de su trabajo.
Todo hecho noticioso es un producto,
es una forma de aculturar mediante las
técnicas discriminatorias y excluyentes,
de la publicidad.
He decidido apagarte, ser irreverente,
levantarme a comunicar, a informar,
a revelarme en tu contra desde
nuestras realidades, a buscar la verdad,
para que cese el fuego de tu guerra psicológica
y mediática de tus anclas mitómanos.
Comenzaré a verte de una manera distinta,
he de verte como ese aparato que no tiene
sentido sin el valor humano.
He de reclamarte el espacio que usas para
dominar, devuélvelo, devuelve los campos,
que dejaron de ser sembrados, atentando contra
la soberanía alimentaría, para instalar tus antenas repetidoras
y apoyar la campaña de etanol.
leonardocantillo@gmail.com