El agua existe en una cantidad finita sobre la tierra, y ello, prácticamente, es así desde su aparición en el cosmos. De hecho, veintitrés países poseen las dos terceras partes de los recursos mundiales de agua: se trata además de los catorce países de la unión europea – Brasil –Canadá- Estados Unidos, India, Indonesia y Rusia. Asia alberga el 60% de la humanidad, pero no dispone mas que del 36% de los recursos del agua del planeta mientras a los países árabes que representan el 10,3% de la superficie terrestre y el 4,5% de la población mundial, poseen solo el 0,43% se beneficia de ellos.
En el curso de los últimos cincuenta años, mientras la población mundial se ha triplicado, las superficies irrigadas se han multiplicado por seis y la demanda de agua se ha multiplicado por siete en el curso de los últimos diez años, el consumo de agua en el mundo se ha cuadriplicado. De hecho, la demanda crece a una velocidad que es el doble de la del crecimiento demográfico y al mismo tiempo, la polución disminuye una tercera parte de las reservas que están en nuestra disposición..
La distribución del agua es inseparable de los problemas de desigualdades sociales y espaciales (rico-pobre, hombre-mujer, villas-miseria-barrios de gente rica) las políticas agua, la cultura del agua y la ingeniería vinculada con el agua. Sin agua, aumenta la miseria y la pobreza. Según la ONU, 36.000 personas mueres diariamente en el mundo por falta de agua potable y por carencia de saneamiento, lo que equivale a 300 boeings que se estrellan contra el suelo en un día.
Más de mil millones de seres humanos no tienen acceso al agua potable, y otros dos mil millones no poseen redes eliminación de aguas residuales ni el agua suficiente para una higiene adecuada. La OMS evalúa en más de 1.500 millones el número de seres humanos infectados por parásitos provenientes de materias fecales. Debido a las enfermedades hídricas, se llega a una cifra de 25 millones de muertes por año y la tercera parte de todos los decesos se produce en el tercer mundo. El agua insalubre mata anualmente, por diarrea, a 4 millones de niños.
Globalmente y por cada año, la agricultura acapara el 69% de las aguas dulces, la industrias el 23% y los usos domésticos el 8%. Pero hay diferencia importante entre los continentes, pues si bien en Europa la agricultura consume el 33% de las aguas dulces, en África y en Asia estas cifras llegan al 88% y al 86%, respectivamente. Se estima que es necesario disponer de 36 mil millones de dólares para lograr agua potable y saneamiento adecuado para toda la humanidad; o sea, una cifra que corresponde al 4% de los gastos militares y de armamento en el mundo.
En este planeta que los cosmonautas ven “azul”, el agua existe en cantidad finita y está muy mal repartida: ¡que se compare la parte del preciso liquido que corresponde a Islandia y la que le corresponde a Yibuti o Kuwait, por ejemplo. El agua es vida sin agua no hay vida posible. Un hombre no puede estar sin beber más de dos días, mientras que puede estar semanas sin comer. Una deshidratación del 2% implica pérdida del 20% de las capacidades físicas; la sed se hace presente desde el momento en que nuestro organismo ha perdido el 1% de sus fluidos y si esa pérdida es igual al 10% entonces ya se presentan peligros de muerte.
Desde el Colectivo Ecosocialista de Venezuela ECOVEN, atendiendo el llamado que ha hecho el Presidente Nicolás Maduro Moros, de que se hagan aportes para seguir elevando los niveles de eficiencia, proponemos que se implemente la Misión Agua, como política de la Revolución Bolivariana, orientada a universalizar el suministro de agua potable; para que nuestro pueblo cuente con agua en cantidad y calidad suficiente, reconozca su valor estratégico, la utilice de manera eficiente, proteja los cuerpos de agua, y garantice la preservación de la vida en el planeta.
Una misión enmarcada en el Quinto Objetivo Histórico del Plan de la Patria, que tiene como objetivos:
1. Posicionar al agua y al ordenamiento territorial como elementos clave en el desarrollo del país.
2. Promover la cultura del agua.
3. Incrementar la cobertura de los servicios de agua potable y alcantarillado en las comunidades.
4. Tratar las aguas residuales generadas y fomentar su reúso e intercambio.
5. Preservar los cuerpos de agua y cuencas hidrográficas.
Desde ECOVEN proponemos como medidas concretas: reimpulsar y redimensionar las Mesas Técnicas de Agua y Crear en las Comunas los Consejos del Agua (CON-AGUA). Desarrollar en el corto plazo un Plan Especial de Suministro de Agua. Desplegar una Campaña para el ahorro y uso eficiente del Agua. Construir plantas de fitodepuración de aguas servidas. Para poblaciones menores a 20.000 habitantes, con la finalidad de evitar la descarga de aguas servidas a los cuerpos de agua. Otra medida que debemos implementar es captar y aprovechar el agua de lluvia. El agua de lluvia es potable, excepto en zonas donde el aire está muy contaminado. La captación de agua de lluvia es una buena solución para solucionar la escasez del agua y garantizar su seguridad.
La cuestión del agua interpela a la humanidad en el plano ético y en el de la justicia y la solidaridad; reclama más equidad y más ética en la gestión y el consumo. El agua es, en primer lugar una cuestión política y ética. El agua es un bien común de la humanidad y debe seguir estando bajo control público. Hay que promover una nueva sociedad, una “sociedad ahorradora de agua” ¡Tomemos Conciencia!
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