¿Es posible unificar la clase media y la clase popular en una Gran Clase Emprendedora?

Imaginemos una sociedad venezolana en la cual cada venezolano sea un emprendedor, copropietario de una cooperativa de producción o de servicios. Imaginemos una nueva constitución en la cual se instaure un salario mínimo horario de por ejemplo 8 dólares, con lo cual una persona que labore 40 horas semanales devengaría un salario mínimo mensual aproximado de 1400 dólares, el más alto de la América Latina. Imaginemos ahora que esa misma constitución instaura la Renta Básica Universal consistente en entregar directamente a cada venezolano la cuota parte de lo que le corresponde de las resultas petroleras, entendiéndose por estas últimas el ingreso neto por las exportaciones petroleras menos los costos de producción por barril y los costos de inversión por barril en desarrollo de la industria petrolera. Estimando la suma de estos dos costos en 10 dólares por barril, una producción petrolera de 2,5 millones de barriles diarios y un precio de venta del barril de petróleo de 60 dólares, le corresponderían unos 150 dólares mensuales a cada venezolano, suponiendo una población de 30 millones de habitantes. Si adicionalmente la nueva constitución estipula que esas resultas petroleras sólo serán entregados a los ciudadanos venezolanos que formen parte motu propio de una cooperativa de producción o de servicios y que un porcentaje de esas resultas (por ejemplo, el 20%) sea obligatoriamente aportado por cada venezolano para el sostenimiento y desarrollo de la cooperativa de la que es copropietario, ello significaría que cada cooperativa estaría recibiendo por parte de cada uno de sus miembros unos 60 dólares mensuales. El resultado final sería que 30 millones de venezolanos se convertirían en emprendedores, produciendo todos bienes o servicios. Una parte de las resultas petroleras, por ejemplo el 1%, serían dedicadas al pago del Impuesto sobre la Renta, con lo cual el estado venezolano estaría percibiendo un mínimo de 45 millones de dólares mensuales o 540 millones de dólares anuales, por concepto del ISLR aportado por las resultas petroleras entregadas a los venezolanos.

Las cooperativas de producción y servicios serían de una gran variedad. Por ejemplo, los obreros no especializados tendrían sus propias cooperativas, igualmente pasaría con los albañiles, los plomeros, los electricistas, los carpinteros, las domésticas, los técnicos, los músicos, artistas y artesanos, los ingenieros, los médicos, los abogados, los economistas y administradores, etc. Cada venezolano sería su propio jefe. No habrían explotados ni explotadores y cada venezolano emprendedor contribuiría significativamente al PIB de la nación. Al producir más y al tener el pueblo acceso directo a las divisas, la inflación y el desempleo serían minimizados y la calidad de vida de la población alcanzaría el estatus de los países más desarrollados.

Esta es la propuesta, perfectible y mejorable, que hacemos los Defensores del Bolívar al país nacional.



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Eudes Vera

Ingeniero Electricista, UDO, 1969. Jubilado UDO como Profesor Titular en 1994. Maestrías y Ph.D.en Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Pennsylvania (EEUU), Aston y Hatfield, Reino Unido.

 eudesvera3@gmail.com      @eudesve

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