No ha sido fácil para EE.UU admitir el estruendoso fracaso de su política de aislamiento –o de aniquilamiento- que durante más de 50 años aplicó contra la mayor de Las Antillas, Cuba, isla que está a casi 100 millas el Imperio y que posee una extensión territorial de 11 mil kilómetros cuadrados, con una población de casi 12 millones de habitantes.
Desde épocas remotas los planes de EE.UU fue anexar a Cuba a los territorios de la Unión y no hubo artificio a los que no echaran mano para cumplir con dichos propósitos.
Los intentos de acercamiento mutuos eran echados por tierra por quienes interesados en mantener esas brechas atizaban las diferencias; hoy en acción valiente y temeraria por sus implicaciones entre los factores internos de EE.UU., el presidente Barack Obama desprendidos de sus ataduras institucionales y de su jerarquía en los juegos internos del poder, asume el restablecimiento de las relaciones bilaterales con Cuba y tiene que inclinar su cabeza para reconocer ante la historia y ante la humanidad la errada política imperial que subsumió a las y a los hermanos cubanos a situaciones de vida precaria y limitadas pero por ninguna razón declinaron en sus principios y en su dignidad como nación soberana, así por el contrario acrecentó su solidaridad con los demás pueblos del mundo y como ellos y ellas dicen con comprendido orgullo, “no estamos dando lo que nos sobra, compartimos lo poco que tenemos”.
El pueblo cubano es un pueblo heredero de las causas mambisas quienes con hidalguía coraje se enfrentaron al Imperio español, esa prestancia de dignidad la mantuvieron siempre en alto y ni en las peor de las circunstancias arriaron su bandera y hoy se ven sus resultados, las victorias consecutivas en más de diez oportunidades en la votación de la Organización de Naciones Unidas por la derogación del bloqueo estadounidense contra Cuba.
Mientras el Imperio exporta la guerra y hace disímiles investigaciones en lo atinente a la guerra creando sofisticados mecanismos mortíferos, además crean en sus laboratorios exoesqueletos y humanoides para el campo de batalla evitando la confrontación cuerpo a cuerpo.
En tanto el Complejo Militar Industrial no ha conseguido límites en su imaginación para doblegar pueblos, pero la historia es siempre la historia…
Conmueve ver de retorno a la patria de los Cinco Héroes cubanos, que así como ellos, como también muchas y muchos más están en pleno conocimiento y en plenitud de consciencia para hacer heroicidades para cumplir así con su deber como revolucionarias y revolucionarios íntegros, cumplir con el cometido supremo y sublime de contar con Patria Libre y Soberana.
Sobre la vida del presidente Obama, conspiraciones internas han acabado con la vida de presidentes y altos funcionarios del gobierno y del Estado norteamericanos, el juego de intereses internos son innumerables. El presidente Obama ha de tomar las medidas del caso para preservar su vida, además garantizar que las dispositivas de sus intenciones se lleven a cabo, pero como decía el Apostol dibujándonos las administraciones estadounidense, “el norte revuelto y brutal”.
