Las administraciones norteamericanas han sustentado su poder imperial en base al miedo y cuando éste recurso bien tratado desde el ángulo sociopsicológico no les da resultados fructíferos, hacen uso de su mortífero poder de fuego para lograr la sumisión de sus adversarios y enemigos.
Lo expresado anteriormente, no es sólo la relación hacia otras naciones, es que a nivel interno el control social del Estado es férreo, racial, excluyente y discriminatorio muy a pesar de la condición de piel del presidente de ese vasto país, donde hay un poder dual, el sistema de partido republicano y demócrata pero que quien a ciencia cierta gobierna es el complejo militar industrial, donde por éste último se expresa el poder de clases de la 1.000 familias más ricas de EE.UU.
La justificación del proceder imperial de EE.UU es que alega ante su propia población la amenaza de una guerra externa, la hipersensibilidad de ser invadidos, del aniquilamiento interno por la coalición de fuerzas militares externas, toda esa psicosis de guerra lleva a su propia población al paroxismo de agredir, agredir, antes de ser agredidos y de esta manera la población ejecuta los planes de los sectores económicos conjuntados en el Complejo Militar Industrial cuyo propósito en dinamizar su propia economía y planes financieros a través de la guerra y más guerras.
Con estudiados y sofisticados códigos policiales, militares y de más de centena de servicios de inteligencia ejercen el control social interno pero es que esos servicios policiales, militares y de inteligencia son estimulados en base al miedo por lo que se convierte en carburante de las reacciones desmedidas en las actuaciones de dichos servicios que ven de forman maniática enemigos por todas partes lo que conlleva a que cada participantes de los entes mencionados pretenda salvar y conservar su vida, por lo que para resolver cualquier controversia y de forma alevosa se acuda a la violencia intensiva en todas sus expresiones; sin embargo, en una sociedad excluyente, discriminatoria, estamental como la sociedad norteamericana cualquier foco de insatisfacción es sofocado con la violencia de ipso facto para establecer precedentes de control social y evitar por cualquier medio las ondas expansivas de las exigencias socio reivindicativas porque de inmediato se impone el férreo puño del Estado opresor y clasista burgués porque no se puede pretender y dominar al mundo, con focos internos contestatarios porque esas actuaciones perturbaría y perturban la concepción imperialista por eso es que vemos la cultura y las más diversas estrategias de entretenimiento, diversión y ocio que rayan en las excentricidades, en lo grotesco, derroche de ostentación, en lo fastuoso, en lo fashion para narcotizar y mediatizar con pan y vino la consciencia de la sociedad norteamericana, además apelan al heroísmo y paranoia tecnológica para deslumbrar a propios y extraños de creerse superiores y predestinado para dirigir el mundo.
En EE.UU por la libre, hay ventas de armas en todos sus calibres y modalidades, y las ventas y las adquisiciones, están hechas para enfrentar un supuesto enemigo y las situaciones se van de las manos institucionales porque la Asociación de ventas de armas es un poderoso gremio cuyo alcance tiene la capacidad -a través de los lobby- de bloquear cualquier interesante iniciativa regulatoria de venta y trasiego de armamentos.
Lo ocurrido en escuelas, liceos y universidades norteamericanas son catastróficos donde integrantes de esas comunidades víctimas de fuertes desequilibrios psico-emocionales acometen actuaciones que son descritas como matanzas a sus propios compañeros de estudio o de trabajo y donde se refleja las complejas formas de vida de sociedades represadas, reprimidas y desniveles en las expectativas de vida y cuyas frustraciones y sinsabores son resueltas o traen como desenlace pérdidas significativas de vida.
Además, el sistema judicial es discriminatorio y donde sin pudor algunos se tipifica y culpabiliza a las personas de color de piel de delitos donde vemos por la prensa que son liberados 25 y 30 años de prisión pero que quedan absueltos por carencia de pruebas o insustentables en los cargos, pero si Ud. observa las fotos de los exculpados, todos son de color, e igual pasa con los atletas que llenan de gloria a su país, estos son de color, pero aún persiste la segregación interna, similar situación pasa con los militares, los rangos intermedios y bajos, estos últimos son estamentos de personas de color.
Qué se puede predecir del caso del asesinato del joven negro en Ferguson cuyo culpable, policía blanco, que sin mayores miramientos le segó la vida a joven adolescente y afirma que lo volvería hacer, lo cierto que todo está por verse, la repulsa no es solamente dentro de EE.UU, ya desde ciudades de otros países sus habitantes se suman a la indignación que recorre a EE.UU.
Los estamentos gubernamentales se jactan de afirmar que en EE.UU se vive una democracia, democracia bien extraña.