Mayor no puede ser el júbilo de la oposición, la insuflada fue suficiente para henchirle el pecho a la alicaída oposición que estaba, está muy decaída y sin rumbo cierto pero que ha festejado con estruendosas carcajadas las supuestas sanciones, hecho que ha sido, notorio, público y comunicacional,.
Es evidente el tutelaje imperial a la oposición en Venezuela, a la cual le pautan, procederes, conductas, comportamientos, le dan argumentos y el debido financiamiento. Pues son ventrílocuo del Imperio. El liderazgo propio y de sus asesores en la oposición se ha ido mermando y todos tan sólo tienen en mente proyectos e intereses personales particulares. Hasta donde se sabe el espectro de la oposición ha sido presionado por la Administración norteamericana para que rindan cuenta de cada dólar “invertido” contra Venezuela a través de toda la perversa red opositora diseño de su estratagema organizativa.
Las sanciones aprobadas contra funcionariado venezolano es un globo de ensayo de la arrogancia imperialista contra Venezuela, que sabemos por experiencia de las aplicadas en otros países por el Imperio, que se sabe cómo comienzan pero no sabemos cómo terminan –aparentemente- en la escalada que emprende el gobierno genocida, racial, de EE.UU.
El escenario emprendido en esta oportunidad es mediático, aunque han utilizado disímiles mecanismos abiertos y declarados, así como los ocultos para crear el caos, la desestabilización y el derrocamiento del presiente Nicolás Maduro, de quien auguraba, a través de sus voceros pitiyanki que no llegaría al mes de diciembre, aunque sus pronósticos iniciales serían para días posteriores al 12 de febrero del corriente año 2014.
En la Geopolítica internacional instrumentalizada por el Imperio se han diseñado variados menús para golpear siempre a Venezuela por lo que significa y lo que hace para convivencia y para la paz internacional; el Imperio se retuerce de indignación cuando Venezuela habla de la paz, del desarme nuclear, del respeto a la soberanía e independencia de los pueblos porque el Imperio queda fotografiado con sus asquerosas uñas ensangrentadas , sus problemas internos de desigualdad social, el agudo y crítico e insuperable problema racial donde ven con desdén y desprecio a quienes tienen otro color que no sea blanco de piel quedan a la luz de todos y todas en el mundo.
La abrumadora campaña mediática tanto a nivel del propio EE.UU como a nivel internacional les da la ventaja deliberada de ocultar sus propios y agudos problemas internos y presentarse ante el mundo como los paladines indiscutibles de la libertad, de la democracia, pero lo que son en realidad es unos rolos de criminales, violadores de los Derechos Humanos, sino que lo digan los presos de Abu Grabi y de Guantánamo y de las distintas cárceles ocultas y dispersas en el mundo con sus tenebrosos métodos de interrogatorio para todo aquel que consideran sospechosos en cualquier parte del mundo.