Puede ser que desde que se nos fue físicamente nuestro Comandante supremo y eterno Hugo Chávez, no deje de comparar las acciones del Presidente Maduro con lo que hubiese hecho o dejado de hacer Chávez si estuviese vivo.
Puede ser que cuando voy al supermercado en búsqueda de rubros como harina de maíz, azúcar, detergentes, jabón de tocador, lavaplatos, desinfectantes, entre muchos que tengo más de un año sin ver en el mercado me muerda los labios paran no echar una gran mentada de madre, porque no se termina de solucionar la tan cacareada guerra económica.
Puede ser que cuando veo a la gran cantidad de enchufados, burócratas, ineficientes, corruptos, maltratadores servidores públicos que se disfrazan con boinas rojas y con sus actos contradicen el significado de ser socialista me enerve la sangre y me provoque pegar cuatro gritos.
Puede ser que cuando escucho que se prometen acciones que nunca se cumplen como el de expropiar los bienes y meter tras las rejas a corruptos comprobados que ayer Chávez vio como hijos y traicionaron vilmente su mayor legado, me provoca decirles que ya no me como el cuento de pinocho.
Puede ser que ver la inoperancia del sistema judicial para dar con los apátridas que desangraron al País llevándose más de veinticinco mil millones de DOLARES, me llene de muchas dudas y decepción.
Puede ser que la medida adoptada contra leales servidores al Comandante eterno como Giordani, Navarro, Ana Elisa Osorio, Nicmer Evans, Tobi Valderrama, Mario Silva, entre otros la considere errónea y que hoy por hoy ninguna desunión entre socialistas nos conviene y que la última frase expresada por el Comandante como fue la de “Unidad, lucha, batalla y victoria” la estamos pisoteando.
Puede ser que me quede corta con lo que me disgusta de algunas medidas económicas y políticas adoptadas, pero el juramento que le hicimos de lealtad a nuestro Comandante Eterno, hace que respire profundo y continúe luchando por hacer desde mi espacio personal, comunal y laboral lo que siempre soñó que hiciéramos nuestro Comandante Eterno.
Si cada camarada convencido (a) de que no hay otro camino que el socialismo para salvar la patria, para salvar el planeta trabajara con eficiencia, con lealtad, con convicción, si lo imitáramos a él (a nuestro Chávez) en cada acción, no tratando de hablar como él, ni de imitar sus ocurrencias o liderazgo porque su carisma era único y autentico, si escucháramos las críticas que no vienen de enemigos, sino de revolucionarios que también les duele el futuro de nuestra revolución, le estaríamos haciendo verdadero honor a la memoria de nuestro Comandante.
Salvemos la Patria de Bolívar y Chávez, estamos a tiempo, reflexionemos y recapacitemos mientras haya tiempo….
Chávez te lo juro… La derecha apátrida más nunca volverá!!!
NO A LA IMPUNIDAD…CARCEL PARA MARÍA CORINA YA…!!!
