La racionalidad capitalista, desarrollista, busca siempre la obtención de beneficios del medio ambiente; no le interesan las necesidades humanas. Es indiferente ante la contaminación del medio y ante el desequilibrio ecológico.
Utiliza tecnologías contaminantes que generan: El efecto invernadero, la deforestación y el desarrollo de industrias contaminantes.
La actitud humana hacia el ambiente, se puede describir de tres formas:
-
Aquella donde el ser humano se considera el centro del universo, de allí que lo manipula, controla y domina. Esta es la concepción capitalista por excelencia.
-
Hay una actitud donde el ser humano es parte del Universo. Se considera uno con él. Los indígenas kunas de Panamá, se identifican con esta idea al considerar a la Tierra como su madre. Igualmente, los indígenas Bari plantean que la Tierra no es nuestra, pertenecemos a ella. San Francisco de Asís, cuando ve a la luna, al sol o algún animal, como sus hermanos, refleja esta concepción humana del ambiente.
-
Hay una tercera posición y es aquella en que el ser humano, esta fuera del Universo. Aparentemente es neutral o alejada de él. No le importa el medio.
Sin duda alguna, nos identificamos con la segunda categoría y nos planteamos estos retos ecológicos:
UTILIZAR, SIN AGOTAR
PRODUCIR, SIN CONTAMINAR
CONSUMIR, SIN EXAGERAR.