La revolución encaprichada

Capricha

"El efecto de las enseñanzas de Strauss es convencer a sus acólitos de que ellos eran la élite gobernante natural y minoría perseguida. Y no hacía falta ser muy inteligente para inferir que estaban en una situación de gran peligro, especialmente en un mundo dedicado a las ideas modernas de ideas de igualdad y libertades." Shadya Drury

Capricha es el estado amorfo y en proceso biosociometamórfico del colectivo caribeño venezolano ideológicamente hiperpolarizado que se revela en un modelo plutocrático socialista neoliberalizado y en un ambiguo liderazgo de herederos de un legado doctrinario marxista bolivariano inconscientemente fusionado con una doctrina ultraliberal y conservadora, a la que le es imposible evitar el populismo, tanto como impedir que sus raíces ideológicas emigren involuntariamente hacia valores de corte popular. Como consecuencia insólita de ello, se percibe la simbiosis de extremos políticos opuestos colectivamente reunificándose en individualidades, que pueden, sin disminuir sus capacidade anímicas y mentales, actuar simultáneamente en universos ideológicos opuestos, paralelos y contradictorios.

El fenómeno sociológico venezolano, al parecer no es nuevo en su dimensión política. El Instituto Autónomo Interdisciplinario De Terapias Ortodoxas (IAIDETO) ha presentado en su informe trimestral (Abril 2015) en el último Congreso en Estocolmo, Suecia, (24 de Julio) cifras y resultados que indudablemente impresionan tanto a especialistas como a simples curiosos.

A menos de 3 años de la ausencia física del supremo líder revolucionario bolivariano, el comportamiento de los líderes del sector oposicionista mostraron una radicalización contra las instituciones del gobierno oficial. No se ahorraron extremos violentos ni en el discurso ni en las acciones callejeras. Infructuosamente esta confrontación temeraria dejó un saldo de muertos, heridos y daños al patrimonio público. Exorcizados de la crisis, este sector ultraconservador inéditamente adopta políticas sociales que abanderaba el oficialismo creando así cierto vacío de poder ideologizante en el sector ultrarrevolucionario.

Predeciblemente, y como fenómeno reactivo en las filas de la cúpula oficialista, se vienen detectando, incluso en vida del máximo líder, ambiguos comportamientos fetichistas de grupos anclados en el poder. Mientras un elitezco sector crítico señalaba y denunciaba las contradictorias actuaciones que fusionan el discurso revolucionario (sin dejar de mencionar a cada rato el nombre del líder eterno) con practicas ultraconservadoras, la mayoría del pueblo, invalidada para ajusticiar, comenzó a imitar el insano modus operandi.

Actualmente podemos observar en sectores populares donde los beneficios de las políticas sociales no ha llegado aún, en humildes expendios de víveres (de precios regulados) levantarse las banderas de una especulación sin límites (capitalismo salvaje), comunidades que en los actos electorales manifiestan vívidamente su afiliación oficialista.

Ante las venideras elecciones legislativas (6/12/15) ambos polos políticos ostentan en sus propuestas ideológicas oposiciones irreconciliables, a excepción del sector ultraconservador que ha venido adoptando terminología oficialista, y este último incapaz de ocultar un ilimitado consumismo desvergonzado.

El fenómeno CAPRICHA ha disuelto las paradigmáticas y contradictorias fronteras ideológicas. Según datos aportados por el mencionado IAIDETO se concluye en afirmar que dicho estado psicológico producido por incansables ataques entre ambos bandos en determinados escenarios, se ven involuntariamente identificados en otros, conformando una identidad colectiva ambigua y difícil de calificar como puramente ultraconservadora o ultra revolucionaria. Nada sorprendería, según el informe a ser publicado, que entre rojos y amarillos suceda el anaranjado, hibridismo revolucionario neoliberal que podría fusionar principios marxistas-leninistas-maoistas; con los divulgados por Leo Strauss, filósofo alemán influenciado por Carl Schmitt, todo esto robustecido en un corpus chavista-bolivariano-robinsoniano-zamorano.



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Mario Forti

Astrólogo, filósofo, músico, tatankisi, escritor, poeta, critico, ddhh, tarotista, taoista, lector, meditación, yoga, sanación, terapias shamánicas integradoras

 mforti9@gmail.com      @mforti9

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