Cuando se comienzan los preparativos de cada uno de los escenarios para las contiendas políticas, vuelven casi siempre como por arte de magia a salir a flote las viejas visiones y prácticas de hacer política, por cierto artimañas que son parte de las razones por las cuales Venezuela llegó a donde está.
Durante los procesos que se vienen escenificando después del derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez hasta hoy, ha sido lugar común que todos absolutamente todos los partidos y organizaciones políticas que participan, irrespetan al elector cada vez que les da la gana y que les es posible.
Por eso se hizo casi una norma que en los eventos electorales aparezcan "Los Importados", "Los Desconocidos", aspirando una curul para un cargo de representación en el Congreso Nacional, ahora Asamblea Nacional, apartando hacia el lado al aspirante local, al que si conoce cómo se bate el cacao, al que construye partido, al que conoce la gente electora; en fin los partidos políticos asumen la olímpica decisión desde "El Comando Nacional" allá en Caracas, donde poco les importa el malestar que causan y la mala imagen que irradian hacia sus seguidores, con las poco atinadas decisiones que toman.
Y si se tienen el poder del gobierno para el momento electoral, si que es verdad que la puerca tuerce el rabo, no hay discusión alguna para no poner en "peligro" la unidad, y los aspirantes naturales tienen que tragar grueso y comerse el cuento, de lo contrario los espera el "tribunal Disciplinario" del partido que mas bien es un tribunal inquisidor.
Si quienes dirigen los partidos políticos y organizaciones, siguen creyendo que sus franquicias pueden hacer lo que les venga en gana, están bien equivocados; pues a pesar de los pesares, el país ha venido avanzando hacia la construcción de una nueva forma de hacer política, y mas temprano que tarde todos esos liderazgos políticos locales irrumpirán como un tsunami en la política nacional.
La paciencia en política tambien tiene su límite, así lo ha demostrado la historia de estos casi 60 años de torneos o parodias electorales después de 1958, bien lo dice el refranero popular: no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.
Ha sido, es y será siempre vergonzoso para un pueblo elector y sus dirigentes naturales locales, las llamadas "imposiciones" más aun con la idiosincrasia de los pueblos que conforman el mosaico político venezolano; "los impuestos", "los de ultima hora", "los asomados", "los pájaros negros", deberían tener la suficiente entereza y respeto consigo mismo, en no admitir tal o cual "designación" dedocrática.
La prensa local reseñaba una entrevista reciente de un "importado" de Caracas que los gurú de allá lo vieron en la bola de cristal como el candidato fuerte para un circuito electoral; irrespetan los liderazgos y aspirantes locales, se burlan de los electores cuando traen a alguien que lo primero que le tienen que entregar en Caracas es un gps para que lo guie, pues no conoce ni el camino, menos la idiosincrasia de la gente y llegan aquí como vendedor de pomada en plena plaza pública de pueblo.
No….! asi no es la cosa, la gente se agotó o para decirlo más claro: se mamó, de esa partitura musical o pieza de teatro, vayan a elecciones primarias, que se batan en el ruedo los de aquí, que la gente los evalué a través del voto, que los castigue o premie, no que tal o cual encopetado cacique o monarca en Caracas lo apadrine y nombre; de seguir asi no se podrá avanzar en la construcción de una nueva manera de hacer política no equivocada.