Debilitado supuestamente el adversario, en los terrenos de encuestadoras y sondeos, la oposición arrecia en su estrategia de ataque a través de medios y redes. El gobierno aceita su maquinaria electoral y desprecia tales hallazgos cuantitativos. La oposición ataca fuertemente la figura de Maduro y su gestión. El sector oficial evoca e invoca la imagen de Chávez, suerte de contendor mítico imbatible.
Sorprende en tiempos electorales, la irrupción en el espacio público de "procesos de crítica y autocrítica" de "la condición crítica" del chavismo". Una oposición "fracturada internamente", proyecta su condición y afirma que se trata de procesos de disidencia en las filas del chavismo.
El manejo del miedo se convierte en importante estrategia de manipulación y control político-electoral. Los miedos pasan a formar parte de los procesos de comunicación y los recursos de la misma se utilizan para generar situaciones que pueden desembocar en terror.
Se exploran las vulnerabilidades psicológicas de la ciudadanía en torno a los peligros que supone el triunfo del adversario en las próximas legislativas.
Desde la oposición, se construyen importantes escenarios de miedo en torno al "declive del oficialismo", que pasa a ser "una clara minoría" con la llegada al poder del "hijo de Chávez". Se afirma que las medidas emprendidas por el presidente para "reconquistar el favor" de la población no han tenido los resultados esperados y además han sido cuestionadas. Las OLP ni el cierre de fronteras han logrado "mejorar la percepción de su gobierno y el aumento de adeptos al chavismo". Por el contrario existiría un "rechazo enorme" a la situación actual y una "abrumadora expectativa de cambio político" ante lo cual "la gente dice basta".
En impreso de oposición se detallan los miedos que, "tras bastidores" supuestamente aquejan al GPP. En primer lugar, la primera derrota política de Maduro conllevaría a la puesta en duda de su liderazgo y "despertaría la aspiración de otros; abriría las puertas a la convocatoria de un revocatorio presidencial en 2016" y, además, la posibilidad de que "los gobernadores del PSUV sean desplazados en los comicios regionales del año que viene".
El manejo del miedo en tanto estrategia para obtener el trofeo al cual aspiran los grupos políticos en pugna, la Asamblea Nacional.
