Hasta hoy van trascurridos 92 días con la "frontera cerrada" medida que ha generado las mas variadas controversias y opiniones, vistas desde cada uno de los ángulos de los actores que integran esta porcino territorial.
Llama poderosamente la atención que el 19 de agosto de 2015, una vez sucedidos los acontecimientos fronterizos y haber literalmente derramado el vaso de efervescencia política, se tomó la decisión soberana del cierre de la frontera; ambos países junto a sus diferentes posiciones políticas generaron toda una estela de opiniones y acciones que hoy solo quedan en el recuerdo y en el tintero.
La frontera Colombo Venezolana tan dinámica y conocida internacionalmente desde tiempos inmemoriales y acentuada aún más desde el 6 de mayo de 1.830, cuando Francisco de Paula Santander y José Antonio Páez, toman la infeliz decisión de separarse de La Gran Colombia y crear los dos países que hoy son; esta frontera ha jugado como ninguna otra, un preponderante papel histórico, político, social y económico para las dos naciones, pero esencialmente para quienes viven en este ámbito geográfico.
Ya con 92 días a cuestas de este cierre, donde debe haber un extenuante cansancio humanos de quienes tienen tareas puntuales de proteger la frontera, donde paulatinamente el contrabando vuelve a la "normalidad" pues asi lo demuestran las notas de prensa que indican a cada momento los hallazgos de depósitos de comida y gasolina en plena zona de frontera, donde el desabastecimiento y las colas para comprar los pocos alimentos que se puede no han cesado en ningún municipio del Tachira, donde las colas para poner gasolina sobre todo en los pueblos cercanos a la frontera, han recrudecido, donde pareciera que se vuelve a la normalidad de lo que siempre ha sido anormal, pero que asi siempre se ha vivido en esa zona limítrofe, bajo estas condiciones y reglas establecidas por las mismas circunstancias y dinámica fronteriza.
Pareciera que ya la efervescencia de los días después al 19 de agosto día de cierre de la frontera terminaron, la visitadera de ministros y todo tipo de personero oficial acompañados de una mediática campaña comunicacional en ambos países ofreciendo el cielo y la tierra con mágicas soluciones, es ya historia y recuerdo del pasado; toda esa situación que se vivió y que poco a poco se fue convirtiendo en un melodrama ya lo olvidaron los políticos de oficio y profesión y los medios de comunicación como la tv regresó a "su programación regular"
Esta ineficiencia, es la que ha ido creando en el ciudadano común el sentido de poca o ninguna credibilidad en los políticos, que se comportan como unos verdaderos alka seltzer, vienen a la zona, sacan sus trapos rojos, emborrachan a la gente de mentiras e ilusiones y retornan a sus capitales muy cansados de tanto mentir y ofrecer lo que nunca serán capaces de cumplir.
Ya verán los ciudadanos de frontera como poco a poco volverán esos destruidos barrios a poblarse, pues puede mas la demagogia y el incumplimiento de la promesa que la responsabilidad, seguirá Venezuela surtiendo a través de ese ilegal comercio, los 11 millones de galones de gasolina mensuales de los 14,5 millones de galones que demanda Norte de Santander y que el propio gobierno colombiano no les suple, porque pareciera que el mandato es "arréglense como puedan allá" seguirá la presión social de esa franja humana de personas que viven en una ilógica proporción de 75 por ciento en economía informal y seguirá campeando este departamento con el índice más alto de inflación y desempleo en Colombia. A esas y no a otras, son las razones y circunstancias a las que Venezuela se tiene que enfrentar con sabiduría y mucho conocimiento, no con micrófonos, ni tuiter ni improperios al vecino, que siempre será nuestro vecino y con quien tenemos indisolubles lasos de hermandad, familiaridad y convivencia.
Con este cuadro patético e histórico no quedará otro camino para quienes viven en esta esquina del territorio nacional, que seguir lidiando con tal situación; poco a poco volverán los hospitales aumentando la demanda de servicios de connacionales que requieren servicios médicos gratuitos y que aquí los pueden encontrar, deficientes por la falta de insumos y personal junto al deterioro físico de las instalaciones.
Mientras tanto, todos creerán que se ha vuelto a la normalidad que ya las cosas se arreglaron, pero las leyes pendientes como la de frontera no dejaran de ser una cuenta pendiente junto a La Zona de Integración fronteriza ZIF que servirán solo para sacarlas en momentos apremiantes donde el trapo rojo es fundamental, porque el alka seltzer está en plena efervescencia y donde seguirá teniendo vigencia la política del sofá, venderlo a ver si cambia la relación.
