Sr. Ramos Allup: Ante la proximidad de las elecciones parlamentarias venezolanas, correspondientes para el período 2016 – 2021, y en virtud que por primera vez, la coalición opositora, esa que ustedes llaman “unidad”, y hablando en términos hípicos, llega por primera vez como favorita para dichos comicios, luego de tres lustros de gobierno, controlado primero por Hugo Chávez (1998 – 2012), y ahora por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello (2013 – 2015) supongo que tiene claro junto con la diversidad de “líderes” políticos que le acompañan, que una posible victoria opositora no es producto que esa “unidad” (salvo honrosas excepciones en el espacio local, como las sigue existiendo en el seno del real chavismo) se haya convertido en una auténtica alternativa para los venezolanos, sino que es consecuencia de la arrogancia, el sectarismo, los errores y la podredumbre ideológica y política de quienes asumieron el control del país, luego de la muerte de Chávez.
Henry, y disculpa que ahora comience, cual caraqueño a tutearte; pero es claro, cuando menos para los revolucionarios, esos que no hemos ejercido cargos ni funciones de Estado desde que Chávez llegó al poder, que tú representas la vieja política; una vieja política que sí algo puede levantar como banderas son la corrupción, las llamadas “tribus judiciales” y el empobrecimiento de un país, y esas, entre otras, fueron las razones por las cuales el líder de la revolución bolivariana, pese a la campaña del miedo, que hoy, irónicamente aplica el mal llamado Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el pueblo lo llevó a la presidencia de la República aquel 6 de diciembre de 1998.
Henry, tú sabes que representas esa vieja política que destruyó a la nación, cuando fuiste uno de quienes criticabas un supuesto “caudillismo” de Hugo Chávez, pero que jamás criticaste en el hemiciclo parlamentario (desde tiempos de la cuarta república), cuando levantabas la mano según lo que decidiera “El caudillo”; sí aquel señor de nombre Luis Alfaro Ucero, sólo que entre el primero y el segundo, confundiste lo que fue un liderazgo con amplio arraigo popular, carismático, nacionalista y estadista, mientras que el de ustedes, era el espejo de una gerontocracia sin planes ni ideas para Venezuela, salvo robarse el tesoro público. Era el reflejo de una Acción Democrática (AD) carente de aquellos líderes como Rómulo Gallegos, Leonardo Ruiz Pineda o Luis Beltrán Prieto Figueroa; verbigracia, te lo recuerdo como parte de una diacronía que hoy en esta sincronía política, al parecer te ha obnubilado el pensamiento.
Henry, bien sabes que has sido un permanente agitador de los errores de la política opositora en estos años. De hecho, todavía el país espera por las “pruebas del fraude” que denunciaste cuando Hugo Chávez fue revestido con el poder del pueblo en aquel referendo aprobatorio del 15 de agosto de 2004. Tal vez por ello, tu voz fue esencial para que la oposición ante la debacle que tenía segura en las elecciones parlamentarias de 2005, llamaste a la abstención, y en consecuencia, de manera autocrítica, pervertiste el ejercicio de la política en la Asamblea Nacional cuando llegaron a esas sillas 167 diputados del mismo bando. En todo caso, lo que presumiste iba a ser “deslegitimado”, terminó por salirte el “tiro por la culata”. Otro error de cálculo en las filas opositoras, liderada por tu voluntad y forma de ver la “política”.
Henry, por otra parte, tú te has convertido en un vividor de esa política. Y aunque me digas que llevas la “política en la sangre”, después de aquel espeluznante error de 2005, como buen comerciante de la demagogia, pero con el sentido oportunista, y porque no decirlo, aliado del PSUV y del gobierno por algunos espacios que conoces perfectamente, te convertiste en “diputado” de esa comiquita (ahora eliminada) con nombre de “Parlamento Latinoamericano”, en la cual, apenas tu silencio, ha sido el precio de la bazofia política que respiran los engendros que han confabulado de manera permanente en contra del país.
Henry, es posible que la “unidad” logre la mayoría en las elecciones de este 2015. Sólo te recuerdo que esa “mayoría” será culpa de quienes ejerciendo el poder que Chávez delegó en ellos, son parte de aquella “derecha endógena” que denunció Luis Tascón en su momento, y quienes evidentemente, quieren destruir a la revolución, y son ellos, a quienes precisamente, les conviene un triunfo opositor, porque así tendrían “justificados” todos sus errores y tropelías en contra del pueblo, así que un eventual “triunfo” de la “unidad” no sería un triunfo de ustedes, sino una debacle de la casta oficialista y gobiernera, llena de ramplones, que al igual como ocurrió con AD, no tengo dudas, salvo una rectificación profunda, ocurrirá con el PSUV.
Henry, por último, una vez conocidos los resultados de las parlamentarias, y éstos llegaran por voluntad del pueblo a favorecer a la “unidad”, y vienes con el cuento que como AD es la “primera fuerza” política del grupo opositor, debes ser el presidente de la Asamblea Nacional o parte de su directiva, te advierto que quienes por diversas razones somos críticos de Maduro, Cabello y cúpula del PSUV, no permitiremos que tú como máximo representante de la vieja política nos impongas la agenda parlamentaria, administrativa, jurídica y contralora de la Asamblea Nacional. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
