Algunos políticos de profesión que son unos sabuesos en estos menesteres, generalmente les molesta mucho que les indiquen el camino cierto a seguir para obtener el triunfo y que en definitiva quien lo practica gana; el prepotente, sobrado y sabelotodo, pierde, y cuando se le muestran los estudios de opinión que no los favorece, se comportan como el paciente que al llevarle al especialista los resultados de su perfil veinte, se incomodan con el medico por las recomendaciones que le indica y la mayoría de las veces no sigue los consejos, recurre a la auto medicación y termina en graves situaciones de salud.

El Táchira presenta un cuadro clínico - electoral desde 1998 hasta las recientes elecciones parlamentarias y casi plebiscitarias de 2015 de pronostico reservado, interesante y digno de estudiar; los expertos en sociología política, deberían echarle un vistazo a la geografía humana que habita en estos 11 mil cien kilómetros cuadrados, y estudiar por qué tiene este comportamiento de arraigo y tradición a su tierra, costumbres y principios, por eso su rebeldía no de hoy sino de siempre, basta solo revisar la historia, jamás han aceptado comportarse como eunucos, borregos o focas, siempre a su espíritu lo acompaña la bravura, sabiduría, responsabilidad y respeto, jamás se rinde frente a la adversidad.

El tsunami electoral que acaba de suceder en Venezuela y que con su repercusión devastó al Táchira, se parece a la elección de gobernadores del 2.008; en el caso del Táchira triunfó en ese momento la opción del gobierno nacional, única y exclusivamente por la alta abstención que hubo por parte de la oposición, quien inteligentemente y como castigo, no asistió a votar por el candidato que se quería reelegir, para no convalidar su desastrosa gestión, salpicada e inundada de indecencia y corrupción, cuyas actuaciones y resultados son arto conocidas por los tachirenses.

En todos los procesos electorales hasta 1998 que entra en escena la nueva opción electoral del fallecido presidente Hugo Chávez, ha corrido mucha agua por debajo del puente, y son conocidas las causas que ocasionaron esta nueva realidad política en Venezuela, la cual cambió radicalmente la postura político – electoral, al extremo que los dos grandes partidos, Acción Democrática y Copei, literalmente desaparecieron, y hoy junto a los pequeños partidos y nuevas agrupaciones, renacen y se perfilan, Primero Justicia y Voluntad Popular a la cabeza y han tenido que unirse todos con una tarjeta de La Unidad, para poder hacer contrapeso al Gran Polo Patriótico.

El Táchira ha marcado el paso desde hace ya unos cuantos procesos electorales y ha adquirido visibilidad y relevancia política nacional e internacionalmente, y al chavismo se le ha hecho difícil conquistar este mercado electoral, por múltiples y variadas razones.

Pero el domingo 6 de Diciembre de este 2.015 terminó el pueblo del Táchira de estampar su firma opositora; véanse algunos indicadores: actualmente 11 alcaldías están en manos del chavismo donde la oposición les ganó en 4 y perdió en 3, por otra parte 18 alcaldías son de oposición en donde ganaron en 15 municipios y solo perdieron 3 por la división del circuito 3; en conclusión, la oposición ganó en 22 municipios y el chavismo en 7 con la salvedad que si la oposición no hubiese dividido el circuito de la montaña alta, ganan corrido los 29 municipios que integran la geografía tachirense.

Esta es la radiografía electoral del Táchira que cada uno de los dos bandos políticos tienen que leer y revisar, no escabullarse por las ramas y lo acomodaticio y justificar la aplastante derrota que para el chavismo significó el Táchira y que es de alta monta y análisis.

El GPP deberá hacer una profunda revisión que la acompañe con la práctica y como alguien decía en estos días, aquí se necesita más ideología que tablets, pero recuérdese también que solo de pan no vive el hombre, de modo que tampoco con pura ideología se vive, hay que construir un modelo político - económico productivo, que abastezca y satisfaga buena parte de la demanda nacional de bienes y servicios, que ataque medularmente la corrupción, que sea incluyente en la diversidad del pensamiento, que genere en el ciudadano bienestar, prosperidad y tranquilidad, que es en definitiva lo que persigue este alerta electoral temprano.