Después de que Albert Einstein sostuviera, en su Teoría de la Relatividad Especial, que el tiempo era la Cuarta Dimensión, la ciencia se vio abocada a enfocar la posibilidad de que existiesen realidades superiores a la que la humanidad percibía como "Tercera Dimensión"… pero antes de continuar quisiéramos señalar que es un error confundir dimensión con dimensionalidad: nosotros no existimos en ninguna Tercera Dimensión, como suele decirse, sino en un ámbito tridimensional, pues la tercera dimensión es una sola dimensión, como la primera o la segunda, de manera que, prosiguiendo, la ciencia comenzó a considerar la posibilidad de que existieran, imperceptiblemente, dimensionalidades geométricas superiores a la de nuestro mundo, entendiendo por "mundo" la cocreación resultante entre un conjunto de siquismos y su entorno objetivo.
Y aquí se presentó el primer problema, pues como Einstein había sostenido que el tiempo era la "cuarta dimensión", entonces los científicos decidieron denominar a esa cuarta dimensión geométrica como "quinta" dimensión, introduciendo un error que no sólo existe en la actualidad, sino que muy pocas personas lo han dilucidado, incluyendo a científicos que estudian el problema de las dimensionalidades.
Obviamente el tiempo, que podríamos considerar como un vector psico-físico cuasi-dimensional, pues a veces funciona como una dimensión: alguien nos cita, por decir algo, en el 5º piso de un edificio ubicado en el cruce de una avenida con una calle (3 dimensiones geométricas), debiendo dar la hora para terminar de definir la ubicación, digamos a las 3 pm… obviamente el tiempo – decíamos – funciona, ocasionalmente, como si fuese una dimensión geométrica más, pero NO lo es: tan sólo es una dimensión funcional, pero NO GEOMÉTRICA.
¿Cómo podría definirse el tiempo? El problema no es fácil de resolver, pero podría afirmarse que se trata de un vector, resultante, fundamentalmente, de nuestra percepción del movimiento: si habitáramos, digamos, en la parte iluminada de un planeta 1000 veces más grande que la Tierra, que no girase, con un cielo totalmente blanco y sin sol visible ni referencia alguna, evidentemente no podríamos medir el tiempo, pero todo, igualmente, envejecería, pues el movimiento continuaría en los ámbitos molecular y celular, ejemplo que nos permite concluir que el factor perceptual es fundamental, es decir, que el tiempo, tal como lo percibimos, debería ser exclusivo de nosotros los humanos, correspondiendo, a cada psiquismo, una manera sui generis de percibirlo. Un "vector" puede definirse como una recta determinada en tamaño dirección y sentido, pero si consideramos cualquier instante del aquí y ahora como un punto, el tiempo sería representable por una línea que se desplaza, indeteniblemente, en un sentido que podríamos definir como del presente hacia el futuro. Eso es, precisamente, lo que la ciencia denomina el vector tiempo.
Cuando Rucker sostiene que "La cuarta dimensión es una dirección distinta de todas las demás direcciones del espacio normal", agregando que "Algunos dicen que el tiempo es la cuarta dimensión, en cierto sentido esto es acertado, como cuando agrega que "Otros dicen que la cuarta dimensión es un dirección hiperespacial, completamente distinta del tiempo… lo cual también es cierto", el científico tiene razón. Pero cuando sostiene que "La otra dimensión superior puede conducir a universos completamente diferentes que existen en forma paralela al nuestro", repite uno de los enfoques más comunes que, a nuestro juicio, debería replantearse, como lo exponemos a continuación.
Las dimensionalidades superiores a nuestra Tercera Dimensionalidad, que pudiesen existir en el Espacio En Sí, a nuestro juicio jamás podrían ser paralelas, pues no son "niveles", como suelen llamarlas, como si se tratara de los pisos de un edificio, sino de realidades simultáneas y coexistentes.
Antes de continuar, vamos a aclarar, definitivamente, la diferencia entre dimensión y dimensionalidad. En el caso de nuestro universo tridimensional, por ejemplo, existen tres dimensiones GEOMÉTRICAS conocidas, a saber el largo, el alto y el ancho, que se corresponden con las tres direcciones posibles en que podemos trazar líneas, con la condición de que se hallen separadas 90º entre sí. Estas tres dimensiones juntas determinan lo que se denomina una DIMENSIONALIDAD. Nosotros vivimos en un mundo que posee un DIMENSIONALIDAD que podríamos denominar 3D, es decir, que posee tres dimensiones, pero nadie puede vivir en una dimensión, porque una dimensión es una línea, y según la misma geometría, una línea está compuesta de puntos y, evidentemente, nosotros no somos puntos.
Para nosotros el que un cuerpo sea tridimensional, se haya determinado, en el ámbito cuántico, es decir, subatómico, por un parámetro asociable a la Longitud de Onda Cuántica, o Lambda Cuántico, que determina los espacios ocupados por las partículas: cuando esta longitud se altera, el objeto deja de ser visible y tangible, quedando en una dimensionalidad superior a la nuestra, pero no necesariamente en otro punto del espacio, como sugiere el término "nivel", usado aun por muchos escritores, que piensan que las dimensionalidades equivalen a los pisos de un edificio: los cuerpos correspondientes a otras dimensionalidades coexisten, posiblemente separados en frecuencia, frecuencia relacionada con los espacios interatómicos.
El autor fue testigo de excepción de un experimento llevado a cabo ante testigos, por un sujeto con poderes psíquicos comprobados, en capacidad de teleportar objetos en ambos sentidos: el experimento consistió hacer desaparecer la piedra que un llavero tenía, dentro de una jaula de plata. El llavero se ubicó, solo, en el centro de una mesa sin mantel, mientras el sujeto lo miraba desde unos dos metros de distancia (nadie podía tocar la mesa): transcurridos unos segundos la piedra se hizo invisible, ante todos, dentro de la jaula, sin que se notara movimiento alguno. Fui designado para comprobar que la jaula estaba vacía, para lo cual, sin tocarla, introduje un bolígrafo en todas las direcciones y sostuve que estaba vacía, pero el sujeto alegó que la piedra aun estaba allí, aunque "redimensionada" (en otra dimensionalidad): era absolutamente imposible, por el tamaño, que la piedra atravesara ninguno de los orificios del llavero. Mientras les explicaba a los testigos qué significaba que un objeto se "redimensionara", la piedra apareció o se materializó a unos 10 centímetros de la jaula, después de lo cual todo fue normal.
No era la primera ni la única vez que, en mi caso, había presenciado experimentos hechos por el sujeto, como copiar objetos o teleportarlos desde diferentes distancias, lo cual ratifica lo sostenido por el "Manual de Teleportación" de la Fuerza Aérea de los E. U., escrito por una empresa de físicos teóricos (la "Warp Metrics"), que sostiene que de todos los medios de teleportación posible, incluyendo la cuántica, que se limita a teleportar fotones y partículas, la síquica es la más perfecta. Este Manual puede bajarse de Internet como "Teleportation Manual US Air Force".